El mundial de Brasil no pasará a la historia por el buen juego, sobre todo por parte de los equipos poderosos, exceptuando a Alemania. Los aficionados no hemos podido disfrutar de buen fútbol, escasa calidad en la mayoría de los partidos, como así se pudo comprobar en la semifinal entre Argentina y Holanda Alemania es desde ayer domingo la digna sucesora de España como campeona del mundo, tras vencer de forma justa y merecida a Argentina. El combinado de Joachim Löw se ha paseado en esta competición y goleando, haciendo añicos incluso a la anfitriona, que encajó la mayor deshonra de su historia con el ya conocido 1-7. En la final se impuso a Argentina en la prórroga, a ocho minutos del final, con un golazo de Götze. Los germanos se recompusieron a las adversidades con un par de lesiones y lograron llevarse a casa la cuarta estrella.
El mundial de Brasil no pasará a la historia por el buen juego, sobre todo por parte de los equipos poderosos, exceptuando a Alemania. Equipos como Inglaterra, Italia y Portugal, entre otras, se fueron a las primeras de cambio, con un fútbol bastante pobre. España tampoco pudo demostrar su potencial, sorprendida y goleada ante Holanda en la primera jornada por 5-1.
Los aficionados no hemos podido disfrutar de buen fútbol, escasa calidad en la mayoría de los partidos, como así se pudo comprobar en la semifinal entre Argentina y Holanda. Ambas selecciones aburrieron hasta la saciedad, sólo hicieron méritos para no perder, nunca buscaron la portería contraria. El peor partido sin duda del Mundial, un auténtico rollazo. Los dos porteros pasaron desapercibidos hasta la tanda de penaltis. La suerte estuvo del lado de los sudamericanos.
Brasil ha sido, por supuesto, la gran decepción, no mereció llegar tan lejos, pero decisiones arbitrales y la suerte, además de jugar en casa, le llevaron hasta semifinales. Gran retroceso del equipo de Scolari, a base de pelotazos, a años luz de su mejor fútbol. Ni hasta la final de consolación fue capaz de ganar. La canarinha volvió a recibir otro castigo, esta vez a manos de Holanda, que pasó por encima, esta vez por un marcador de 0-3.
Por cierto, los aficionados de Brasil han recibido su justo castigo a las burlas que profirieron a España cuando cayó eliminada. Se alegraban del descalabro del 5-1 ante Holanda y exhibieron pancartas incluso con insultos. Quien ríe último ríe mejor. Qué gustazo nos dimos todos en la semifinal. Recuerdan la frase del astro argentino Diego Armando Maradona: Brasil, que se 'siete'.
Pero lo mejor, sin duda, han sido las selecciones menores, como Colombia, Ghana, Nigeria, Costa Rica y Argelia, entre otras, que heredaron las virtudes de España, ambición por ganar a base de fútbol. Nunca se encerraron. España ha dejado un gran legado en este aspecto. El fútbol le estará gratamente agradecido a los españoles por lo mucho que han aportado a su evolución aunque en esta gran cita del fútbol internacional hayamos regresado de vacío. Ha sido complicado poder seguir un Mundial en el que no estaban los nuestros. Nunca dolió tanto una eliminación como esta. Durante los últimos seis años hemos disfrutado sin parar del tiki taka, pasando de rondas hasta llegar a las finales para ganarlas todas, en total dos Eurocopas y un Mundial.
Muchos achacan esta gran decepción a un fin de ciclo. No se encuentra explicación lógica a lo sucedido a una Selección que para muchos ha sido la mejor de la historia, pese a su triste final. La preparación, la presencia de Diego Costa, la convocatoria de Xavi Hernández o Xabi Alonso, y las actuaciones de Iker Casillas, además de la mala elección de Vicente del Bosque en algunos casos. No estuvieron los mejores en algunos puestos.
La afición está enojada con los suyos, pero gran parte de lo sucedido lo tiene la Federación Española de Fútbol y la Liga de Fútbol Professional. Los nuestros han llegado cansadísimos y lesionados a un Mundial, sólo dos semanas después de terminar la Liga y las competiciones europeas. Las lesiones pasaron factura a Piqué, Jordi Alba y Diego Costa, además del cansancio en jugadores como Xavi Hernández o Xabi Alonso, sin olvidarnos de la baja sensible de Navas, que no se recuperó a tiempo de su lesión.
Los calendarios y las fechas de estas competiciones deberían tenerse muy en cuenta para la próxima vez y terminar mucho antes. Dentro de dos años se juega la Eurocopa. Para este torneo es fundamental llegar frescos y descansados. Se podría evitar otra gran decepción y volver a revivir éxitos.
Y en el ámbito local, desgraciadamente, hay que denunciar situaciones lamentables. En la Consejería de Deportes hay alguien que pone trabas. En vez de estar al servicio de las federaciones y de los clubes para ayudar a que todo vaya bien y sobre ruedas en nuestro deporte se empeña sólo en poner bastantes pegas. Sólo se preocupa en salvar su puesto. Hace poco y habla mucho, pero no soluciona nada.