Un melillense de 19 años ha ingresado en prisión provisional después de que la semana pasada fuera interceptado en la frontera de Beni-Enzar con tres inmigrantes ocultos en dobles fondos del coche que conducía. Según informó ayer la Comandancia de la Guardia Civil en una nota de prensa, los subsaharianos iban escondidos en el hueco de la rueda de repuesto, bajo el asiento trasero y en el salpicadero de un Peugeot 306 con matrícula española que pretendía pasar desde Marruecos.
Los hechos ocurrieron hace justo una semana, el 13 de febrero, sobre las 23:40 horas. Mientras un agente de la Guardia Civil fiscalizaba el coche, observó que en la zona de los bajos había soldado un cajón al chasis en la zona que debía ocupar la rueda de repuesto. Por ello, procedió a su apertura desde el maletero, comprobando que albergaba completamente contorsionado a una persona de origen subsahariano que fue rescatada y auxiliada a salir.
Continuando con la inspección, los agentes localizaron otros dos dobles fondos, uno situado bajo los asientos traseros y el otro en el salpicadero del vehículo, de donde fueron rescatadas y auxiliadas otras dos personas de la misma procedencia.
Los inmigrantes presentaban los síntomas habituales, esto es, dolores articulares, entumecimiento, falta de movilidad y desorientación. Eran tres varones de origen subsahariano, indocumentados, de 33, 19 y 26 años de edad, que dijeron ser nacionales de Guinea.
El conductor y único ocupante del vehículo fue detenido como presunto autor de un delito contra los Derechos de los Ciudadanos Extranjeros y de otro de falsificación documental, al constatarse que el vehículo circulaba con matrículas correspondientes a otro. Tras pasar a disposición judicial, fue ingresado en prisión provisional.
La vida de los inmigrantes, “en concreto peligro”
La Comandancia de de la Guardia Civil destacó ayer que la vida de estos tres inmigrantes auxiliados en dobles fondos de un vehículo corrió “concreto peligro”. El instituto armado señaló que este riesgo para la integridad de los inmigrantes es “habitual en estos casos”, al ser trasladados confinados en esos “habitáculos infrahumanos”, carentes de cualquier tipo de medidas de seguridad y salubridad. Además, hay que tener en cuenta que lo hacen en vehículos que transitan por la vía pública, expuestos a cualquier accidente, señaló la Guardia Civil.
