El 28 de julio de 2017 fue el último día de trabajo, ante su jubilación, de nuestro compañero Juan Escobar Pérez, «Juanito» para el que esto escribe. Y tuve una sensación encontrada o bipolar. Por un lado me dio pena y por otro me alegré y lo explico.
Me dio pena porque nuestro Hospital pierde un referente importantísimo, un trabajador honrado y eficaz, UN COMPAÑERO PARA TODOS, un defensor de la igualdad, de la equidad y de la justicia laboral, una joya en definitiva que luchó como una fiera para hacer posible la estabilidad laboral de 250 familias del recordado y querido Hospital de la Cruz Roja. Y, a la vez, me da mucha alegría porque va a empezar a disfrutar de un descanso merecidísimo y va a añorar sus años al servicio de algo tan noble como es el ámbito sanitario, aunque algunos pasen de puntillas por él.
Se nos va un JEFE en toda la extensión de la palabra, un LÍDER, UNA GRAN PERSONA.
Muchas gracias Juanito por todo lo que has hecho por la Sanidad Melillense.