Ayer me llamó mi bueno y entrañable amigo Paco Roldán, con la noticia de que nuestro compañero Manolo Moreno, (Manolin), había fallecido hacía varios días. La verdad es que cuando te dan una noticia así, a veces te quedas perplejo, porque no te la esperas, pero la punzada de dolor, por la pérdida de un amigo con los chispazos en la memoria, te hacen retrotraer pasajes de tu infancia, que jamás olvidas. Manolín era hijo de D. Julio Moreno, nuestro profesor de música y canto; el que ya he solicitado infinidad de veces que su nombre figure en una de nuestras calles; por ejemplo, que retiren a Napoleón, el que muchos melillenses siempre se preguntan qué hizo ese general por nuestra ciudad, que fue el que invadió nuestro país, (Guerra de la Independencia). Y si colocasen en su lugar a D. Julio Moreno, ya que fue uno de los hombres más altruista que ha existido en Melilla, creo que se le haría verdadera justicia, porque enseñó ese bello arte a cientos de niños de familias humildes, y también no tan humildes, y todo ello sin cobrar un céntimo.
Manolin fue una hombre honesto, como lo fueron sus padres y hermanos, y estoy seguro que su recuerdo permanecerá entre sus hijos y esposa, a los que les doy mi más sentido pésame.
En la fotografía adjunta podrán observar los seis primeros, en la primera fila, de izquierda a derecha, a D. Julio Moreno (director), Pepe Jiménez (bombo), Paco Roldán (tuba), Juan Aranda (un servidor, trombón), Antonio Jiménez (trompeta) y Manolin (q.e.p.d.) (requinto).
