Cuatro de ellos fueron denunciados penalmente por un delito contra la seguridad vial al superar la tasa de 0,60 ml/l en aire espirado.- La Policía Local detectó cannabis en un conductor y metanfetaminas en otro
Una campaña especial y establecida por la DGT sobre el control de la tasa de alcohol y la presencia de drogas en conductores que ha desarrollado la Policía Local de Melilla ha terminado con sanción para más del 10 % de los conductores controlados por alcohol, y el 20 % por droga. En una nota de prensa, la Policía Local de Melilla ha informado de que en esta campaña, que tuvo lugar entre los días 8 al 14 de agosto, se realizaron un total de 221 pruebas de alcoholemia, entre los que fueron sancionados en total 23 conductores.
Cuatro de ellos fueron denunciados penalmente por un delito contra la seguridad vial al superar la tasa de 0,60 ml/l en aire espirado, mientras que los otros 19 recibieron una denuncia administrativa, ya que 11 arrojaron una tasa superior a 0,25 mg/l y los otros ocho superaron los 0,15 mg/l.
En cuanto a los controles de drogas, de las 10 pruebas realizadas por la Policía Local, dos terminaron en sanción administrativa para sus conductores, uno tras ser detectada la presencia de cannabis, y el otro por metanfetaminas.
Bajar del 1 %
Este es el resultado de los diversos controles preventivos y aleatorios en la ciudad que ha llevado a cabo la Policía Local en cumplimiento de la programación de las campañas y operaciones de vigilancia y control para el año 2022.
Uno de los objetivos prioritarios de la campaña era el tratar de conseguir bajar del 1 % los positivos de alcoholemia en dichos controles, ya que la Policía Local señala que el alcohol está presente como factor concurrente o desencadenante en un tercio de los accidentes mortales.
Su presencia en la conducción, dependiendo de su tasa, multiplica entre 2 y 15 el riesgo de sufrir un accidente. En España conducir después del consumo de sustancias psicoactivas es un hecho frecuente, cannabis (THC), cocaína, anfetaminas y metanfetaminas, sustancias que son consumidas y halladas frecuentemente, llevando a un comportamiento de extremo riesgo vial.
Con independencia del efecto sobre los conductores, el alcohol supone también un riesgo para los peatones, ya que como usuarios de la vía que comparten con los demás el espacio público, sobre todo en zonas urbanas.