Sonrojante, ridícula, humillante, pintoresca, patética, malparida, estúpida, idiota, anormal, poco ética, no consecuente, cínica, negativa, delirante, incomprensible, etc.
Todos estos artículos (y probablemente muchos, no positivos, más) se pueden aplicar a la situación generada al conocerse los supuestos espionajes del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) a líderes y personas afines al independentismo catalán.
El nacionalismo catalán y sus organizaciones ejecutoras/afines están muy enfadados, su cinismo no tiene límites, porque el CNI ha hecho su trabajo: velar por la seguridad nacional. Piden dimisiones y tienen en el punto de mira a la ministra de Defensa, Margarita Robles, y a la directora del Centro Nacional de Inteligencia (nuestros espías), Paz Esteban.
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