La Asociación Ecologista Guelaya de Melilla ha denunciado que la zona azul de la calle Sidi Abdelkader “no tiene una ordenanza o reglamento que la ampare”. A través de un comunicado de prensa, esta acción no está regulada “porque la ordenanza de circulación en vigor es de 2005 y no la incluye”. Por ello, ha valorado la puesta en marcha de una zona azul antes de regularla como “una improvisación política” por parte de la Ciudad Autónoma de Melilla y señala que ello pone “a los pies de los caballos al consejero de Medio Ambiente por el único motivo de aceptar peticiones de agentes económicos que no tienen justificación en la Europa del siglo XXI sin que podamos visualizar ningún beneficio al medio ambiente o a los melillenses en general con la situación creada”.
Guelaya ha explicado que la ordenanza actual de tráfico y circulación está vigente tras su publicación en el Boletín Oficial de Melilla (BOME) el 12 de abril de 2005, “y es una de tantas normas obsoletas vigentes en la ciudad de la Melilla” ha aseverado.
La asociación ecologista ha indicado que en su artículo 40 especifica que “La ciudad autónoma podrá establecer, en determinadas zonas, regímenes de estacionamiento limitado en el tiempo, gratuitos o de pago” pero también señala que “El contenido de los regímenes de pago a que se refiere el apartado anterior, así como las medidas correctoras precisas para su adecuado funcionamiento, son las que se regulen en Ordenanzas”
Sin embargo, ha destacado que la regulación mediante ordenanza de los regímenes de pago de estacionamiento limitado “no se ha producido”.
“Lo que sí se ha producido tras el reglamento de 2005 -ha añadido Guelaya- es la aprobación en Consejo de Gobierno en 2014 del Plan de Movilidad Urbana Sostenible, en donde establece, aunque no regula, varias modalidades de aparcamientos rotatorios, y la zona azul es solo una de ellas”.
Por ello, para Guelaya “se hace necesario sí o sí desde la aprobación del PMUS de un nuevo reglamento, que el Gobierno anterior no acometió y que el actual no tramita no tramita”.
Dos problemas
Asimismo, ha precisado que el nuevo “Reglamento regulador de la movilidad urbana sostenible de Melilla” en su versión 6 de octubre 2021 se presentó al Foro por la movilidad el año pasado. Las entidades que participaron en el foro tuvieron la oportunidad de presentar propuestas de mejora, y Guelaya las presentó, aunque la tramitación del reglamento incluye un periodo de información pública posterior.
“No tenemos noticias de que la tramitación del nuevo reglamento se haya producido, ni se ha contestado a las alegaciones presentadas, por lo menos a la de Guelaya. Queda el paso por la comisión correspondiente, la aprobación en la Asamblea y el periodo de información pública posterior a su publicación en el BOME” ha detallado.
Los ecologistas manifiestan que “teniendo en cuenta los tiempos de la Consejería de Medio Ambiente para tramitar expedientes, 3 años para el plan de conservación de la gaviota de Audouin en el caso de este Gobierno, y lo mismo para el reglamento de zonas vedes, aunque Guelaya entregó un borrador hace meses para agilizar el proceso, el nuevo reglamento de movilidad sostenible tiene el peligro de no aprobarse antes de las elecciones del año que viene”.
De esta manera, ha proseguido, “se producirían dos problemas para la Ciudad. En primer lugar, la situación actual crea un vacío legal en cuanto a las multas de la zona azul que no están reguladas tal como exige la ordenanza en vigor, lo cual es peligroso desde el punto de vista de que la calle Sidi Abdelkader deje de ser una zona azul para ser una calle con aparcamiento indefinido en la práctica. Y por otro lado sería un problema para la implementación de la Zona de Bajas Emisiones ZBE que el Gobierno de la Ciudad debe poner en funcionamiento en enero del año que viene. Y a falta de menos de 8 meses, sin proyecto de ZBE, ni de su regulación, mucho nos tememos que la Consejería de Medio Ambiente va a incumplir sus obligaciones derivadas de la Ley de Cambio Climático a pesar de que llevamos todo el año recordando que la ZBE debe existir por imperativo legal”.
Para Guelaya la valoración que hacen de esta situación es la de “una enorme improvisación que está poniendo cada vez más al consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad a los pies de los caballos por el único motivo de aceptar peticiones de agentes económicos que no tienen justificación en la Europa del siglo XXI sin que podamos visualizar ningún beneficio al medio ambiente o a los melillenses en general con la situación creada debido en parte a la falta de capacidad de la consejería para sacar adelante su trabajo por una evidente falta de recursos humanos para ello”.