Por Francisco E. Fernández
En la actualidad no hay que ser muy inteligente para saber que el precio de la luz es muy elevado y cada vez sube más. Ningún partido político en el poder lo va a solucionar… La luz subirá más prometan lo que nos prometan.
Lo único aceptable que le veo a este gobierno es que a uso personal, si nos levantamos a las seis y media de la mañana y por las noches en vez de ver la televisión leemos un libro, aunque sea en una aplicación de nuestro móvil, dejando el ocio de ver películas de televisión y los trabajos que requieren un mayor gasto de energía para los fines de semana, entonces el precio es muy asequible…Eso es verdad. Incluso si gastamos un poco de energía entre las dos y las seis de la tarde. Además, la bajada del IVA también es algo que supone una bajada en el coste de la luz importante, pero el problema no es ese. Son dos más.
El primero y más importante, es que un estado nos está imponiendo un ritmo de vida a su manera de forma indirecta. Está redireccionando su economía energética exclusivamente para los excluidos sociales, para las familias y personas de ventilador y lavadoras de fin de semana. Y pienso que un Gobierno, me da igual el signo político al que pertenezca, no puede ni tiene derecho a hacer eso con la ciudadanía…Somos libres de hacer las cosas cuando nos venga mejor y no cuando el Gobierno quiera.
El segundo problema, es que después de sufrir el azote del Covid, que aún persiste, no puede existir una recuperación económica con un precio de la luz a este nivel. Debido a que las empresas trabajan todo el día, precisamente en el horario donde la luz es más costosa y esto supone una sangría para la clase empresarial que le va a resultar muy difícil mantener sus beneficios y menos aún contratar a nuevos trabajadores.
Desde mi perspectiva, el coste de la luz se ha disparado debido a la transición energética. Queremos pasar del carbón, el petroleo y el gas a la energía solar y eólica. Y para tal fin hemos cogido el gas como medio para hacerlo…Debido a su demanda segura, el precio del gas se ha disparado y los impuestos por la emisión de CO2 están por las nubes. Así que los empresarios tendrán que esperar lo peor, según mi criterio.
Opino, que en este paréntesis de transición energética, la solución está en activar no el gas: materia prima de la que España carece en gran medida y cuyo precio maneja Rusia, sino la energía nuclear, ya que nuestro pais si ni tiene minas de uranio y una capacidad solvente en el ámbito nuclear para reactivar nuestra economía a nivel energético. La energía nuclear es mucho más económica que el gas y mucho más productiva, además no tiene emisiones de CO2, con lo que nos evitamos este impuesto. Pensemos que el sesenta por ciento del recibo de la luz son impuestos y las emisiones llegan casi al cuarenta por ciento de los citados impuestos. Por lo tanto, si modernizamos nuestras centrales nucleares y hacemos algunas nuevas para el futuro y enfocamos nuestra investigación científica en mitigar los efectos nocivos de los residuos nucleares, la factura de la luz podría bajar un setenta por ciento como mínimo, y sin miedo a subidas o bajadas inesperadas, consumamos luz a la hora que lo hagamos.
Desde mi perspectiva, la energía nuclear es limpia y la más ecológica…si no hay fugas…¡Claro! No contamina el paisaje como la eólica y es económica. Y si el gobierno nos quiere poner un modo de vida específico y los ciudadanos lo votan es legal. Que se pague el precio según la hora de consumo, pero los empresarios no deben de entrar en ese juego. Consumen luz para dar riqueza al país, para su sustento y el de las personas desempleadas y no para sus quehaceres personales. Así que deberían de tener un contrato especial de consumo ligado a la energía nuclear, en el que la luz de los negocios y empresas, grandes o pequeñas, sea mucho más económica.
Por otra parte, también sería interesante rebajar el IVA a los productos que impliquen una reducción de gasto energético, como bombillas de bajo consumo, o electrodomécticos de este género. Desde mi punto de vista, velar por el precio de la energía es velar por nuestra economía y también por nuestra calidad de vida.