La presencia del Melilla Torreblanca C.F. ha sido protagonista en el histórico primer Mundial femenino de fútbol sala disputado en Filipinas, gracias a sus jugadoras internacionales repartidas entre tres selecciones: Brasil, con Emilly Marcondes, Ana Luiza y Amandinha, se proclamó campeona del mundo; España, con Irene Samper, conquistó la medalla de bronce; y Argentina, con Silvina, finalizó en cuarta posición. Un hecho sin precedentes para la entidad y para el fútbol sala local.
Brasil, que se proclamó campeona del mundo tras derrotar en la final a Portugal por 0-3, contó con tres piezas fundamentales del Melilla Torreblanca: Emilly Marcondes, Amandinha y Ana Luiza. Emilly fue la gran figura del torneo al conquistar el Balón de Oro y la Bota de Oro, acreditando su condición de jugadora diferencial con siete goles en el campeonato. A su lado, Amandinha, considerada durante años la mejor jugadora del mundo, también dejó su sello anotando en la final y participando en los momentos decisivos del torneo, mientras que Ana Luiza aportó equilibrio, presión y magia.
España también tuvo acento melillense con la presencia de Irene Samper, integrante de la selección que se hizo con la medalla de bronce tras superar con autoridad (1-5) a Argentina en el duelo por el tercer puesto. La Roja, poderosa en lo físico y firme en defensa, encontró en la jugadora del Melilla Torreblanca una pieza importante dentro de una plantilla que terminó el Mundial con sensaciones muy positivas y con la Bota de Plata para Irene Córdoba, empatada a siete tantos con Emilly.
Por parte de Argentina, Silvina completó la representación melillense en el torneo, firmando un papel notable a pesar de la derrota albiceleste ante España en el encuentro por el tercer lugar. La selección argentina luchó con orgullo durante todo el campeonato y dejó momentos de gran competitividad, con la jugadora del Torreblanca aportando carácter, experiencia y liderazgo.
El primer Mundial femenino de fútbol sala deja así una imagen rotunda: Melilla estuvo en el podio y en la final a través de sus jugadoras. El club puede presumir de tener a la mejor futbolista del planeta en el torneo (Emilly) y de haber contado con representación en las selecciones más destacadas del campeonato. Un escaparate internacional que refuerza el proyecto del Melilla Torreblanca y consolida a la ciudad como un referente en el desarrollo del fútbol sala femenino.
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