El Grupo Parlamentario Popular ha sacado adelante, gracias a su mayoría absoluta, la reforma del Reglamento del Gobierno que permitirá que el presidente, consejeros y viceconsejeros puedan compatibilizar su cargo público con sus actividades profesionales previas, siempre que cumplan los requisitos marcados por la legislación estatal.
Durante el Pleno, la consejera de Presidencia, Marta Fernández de Castro, defendió que la modificación “viene obligada por ley y tenemos que cumplir con nuestras obligaciones”, rechazando lo que calificó como “falacia” y “escaso conocimiento jurídico” por parte de Somos Melilla, formación que había criticado la medida. Según explicó, la compatibilidad “está regulada con controles muy estrictos” y la posibilidad de dedicar parte de la jornada a la actividad profesional “evita sueldos inflados” y permite atraer “talento” de perfiles cualificados que actualmente no pueden abandonar por completo su carrera laboral.
La iniciativa contó con el rechazo frontal de CPM. Su diputada Dunia Al Mansouri lamentó que “el reglamento debe reforzar a Melilla, no limitarla”, y sostuvo que la reforma “rebaja a Melilla a un ayuntamiento y permite compatibilidades que no aportan nada”. A su juicio, la ciudad “necesita un reglamento pensado para todos y no para cubrir posibles intereses particulares”.
También se opuso el diputado del Grupo Mixto, Amin Azmani, quien cargó duramente contra la medida. “En lugar de tener a un presidente y unos consejeros dedicados al 100% a solucionar los problemas de Melilla, a partir de ahora se levantarán todos los días pensando al mismo tiempo en cómo hacer factura y caja en sus negocios. ¡Es indecente!”, afirmó. “El que no pueda, que se quede con sus negocios y deje que otros luchen y trabajen por Melilla”, añadió.
La reforma queda aprobada y entrará en vigor tras su publicación oficial.
