La Fundación CERMI Mujeres insta a medidas urgentes para enfrentar violencia sistemática contra mujeres y niñas con discapacidad, destacando su vulnerabilidad en instituciones cerradas.
La Fundación CERMI Mujeres (FCM), conocida por su defensa de los derechos de mujeres y niñas con discapacidad, ha difundido su manifiesto anual con motivo del 25N bajo el lema: “¡El silencio te hace cómplice! Denuncia la violencia contra mujeres y niñas con discapacidad”. La entidad destaca que estas mujeres y niñas enfrentan un riesgo extremo y sistemático de sufrir diversas formas de violencia, especialmente en contextos cerrados como instituciones residenciales, centros de salud mental y entornos familiares, los cuales dificultan la denuncia y favorecen la impunidad.
El manifiesto subraya que estas violencias a menudo pasan desapercibidas debido al silencio de autoridades, profesionales y entornos cercanos, perpetuando así una situación de desprotección estructural. La Fundación CERMI Mujeres advierte que la institucionalización, la falta de mecanismos seguros de denuncia y los prejuicios sobre la capacidad jurídica y la credibilidad de estas mujeres agravan su vulnerabilidad, generando una doble discriminación por razón de género y discapacidad.
Ante esta realidad, la organización demanda medidas inmediatas que incluyan la detección e investigación de casos de violencia, la supervisión independiente de centros y servicios, la creación de canales accesibles y seguros para denunciar, la exclusión de procedimientos de mediación no adecuados, y la formación específica para que las mujeres y niñas institucionalizadas puedan identificar y comunicar situaciones de maltrato o abuso.
Además, CERMI Mujeres enfatiza la necesidad de reforzar las obligaciones de las Administraciones públicas y de todos los servicios dirigidos a personas con discapacidad, asegurando el cumplimiento de la normativa y la protección efectiva frente a cualquier forma de violencia. La entidad se compromete a impulsar acciones de incidencia política, sensibilización y acompañamiento a víctimas, avanzando hacia un modelo de atención centrado en la dignidad, la autonomía y la seguridad de todas las mujeres y niñas con discapacidad.
La organización reitera que romper el silencio es una responsabilidad colectiva y que ninguna manifestación de violencia contra mujeres y niñas con discapacidad puede quedar sin denuncia, investigación ni reparación. CERMI Mujeres destaca que garantizar una vida libre de violencias para todas es un deber democrático inaplazable y una exigencia que interpela a las instituciones y a la sociedad en su conjunto.
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