El exjugador del Ebidem Melilla, Sasa Kuburovic, ha regresado a la ciudad 24 años después de su etapa como jugador del extinto club de balonmano. En esta ocasión, lo ha hecho en una faceta muy diferente, como juez árbitro internacional de pádel, participando durante una semana en el FIP Silver Melilla, Ciudad del Deporte 2025, celebrado en las instalaciones del Centro Pádel Melilla. Emocionado y sonriente, el serbio ha recordado su paso por el club melillense, sus compañeros de vestuario y la huella que dejó en la ciudad donde descubrió, curiosamente, su pasión por el balonmano playa.
Kuburovic confesó estar emocionado al volver a la ciudad casi un cuarto de siglo después. “Después de 24 años he vuelto a Melilla y esto es una maravilla para mí, para ver a los viejos amigos y reencontrarme con tantos recuerdos. Esta vez he venido por el pádel, no por el balonmano, pero es una gran oportunidad de ver a mis amigos de hace mucho tiempo”.
Ebidem Melilla
El exjugador del Ebidem Melilla vive actualmente en Belgrado, ciudad natal a la que regresó tras su etapa en España. “Vivo en Belgrado. Fue la única vez que viví fuera cuando jugué al balonmano en España”, comentó.
Durante su estancia en Melilla, tuvo como entrenador a Jesús Moreno y compartió vestuario con jugadores como Pablo Torres, Pancho, Chico, Eric, Santi González o Luigi, entre otros. “Llegué en enero del año 2000 y me quedé hasta final de temporada. Después jugué en División de Honor B, en Oviedo, y volví en 2001 para disputar la fase de ascenso en Algeciras. Todos mis compañeros de aquella época se quedaron en mi memoria. Me ha dado mucha alegría reencontrarme con algunos de ellos”, relató.
Kuburovic no quiso perder la ocasión de pasar por el Pabellón Lázaro Fernández y ver al actual Melilla Balonmano Virgen de la Victoria, aunque apenas tuvo tiempo entre sus compromisos, pero disfrutó de los últimos quince minutos de la victoria del equipo melillense ante La Salle Córdoba. “No podía dejar pasar la ocasión. Solo pude ver los últimos quince minutos del partido, pero vi que todo salió bien, que los chicos siguen fuertes. Después de una derrota fuera, el Pabellón Municipal Lázaro Fernández sigue siendo un fortín”, aseguró.
Zurdo y lateral derecho en su etapa de jugador, el serbio recordó con cariño que su paso por Melilla fue el punto de partida de una nueva etapa deportiva. “Desde mi estancia en Melilla y luego en Cádiz, jugué por primera vez al balonmano playa. Supe enseguida que era lo mío. En 2002, al volver a Serbia, fundé un club que fue dos veces campeón de Europa. Luego fui seleccionador de Serbia y Serbia-Montenegro, logrando la medalla de bronce en el Mundial de Cádiz y dos cuartos puestos en Europa. Melilla me abrió la puerta al balonmano playa, y eso marcó mi vida deportiva”, destacó.
Es juez árbitro de pádel
Su presencia en Melilla ha sido por el FIP Silver, uno de los torneos más importantes del calendario nacional de pádel. “Este Silver de Melilla es una competición muy seria. Yo soy árbitro internacional de pádel y me pareció una gran oportunidad venir aquí para seguir ganando experiencia en un evento de este nivel”, explicó.
En cuanto al torneo que lo trajo de nuevo a la ciudad, el árbitro internacional valoró muy positivamente su desarrollo. “El torneo de pádel ha sido de muy buena calidad. Es excelente que Melilla, como Ciudad del Deporte, apueste también por el pádel. He visto que hay muchos eventos deportivos durante el año, y me encantaría volver para disfrutar de alguno más. La organización ha sido muy buena y el nivel, alto”, afirmó.
Antes de marcharse, quiso dejar un mensaje muy personal, lleno de nostalgia y gratitud. “Si alguien ha visto a un loco caminando por las calles de Melilla sonriendo, era yo. He disfrutado muchísimo recordando los momentos de hace casi 25 años. Ojalá los melillenses puedan visitarme algún día en mi tierra, y yo prometo que volveré, esta vez con mi familia”, concluyó con emoción.