La U.D. Melilla atraviesa un preocupante arranque de Liga que recuerda demasiado a sus dos decepcionantes últimas temporadas. Si hace dos semanas cayó en Yecla (1-0) dejando una imagen muy gris, este domingo en Totana ante La Unión Atlético repitió prácticamente el mismo guión, con derrota por 1-0 y la sensación de no estar a la altura de un equipo llamado a pelear por los puestos altos. Un partido calcado al del Yeclano, en el que también primaron la falta de pegada y la desconexión en fases clave. La afición azulina, mientras tanto, empieza a mostrar su decepción y teme que la historia de los dos últimos cursos vuelva a repetirse.
El primer tiempo fue equilibrado, con pocas ocasiones claras y un Melilla que trataba de aproximarse al área rival sin éxito, ya que la zaga local desbarató las llegadas azulinas con solvencia y, aunque la defensa melillense también se mostró seria en los primeros compases, el ritmo del partido se fue apagando conforme se acercaba el descanso (0-0).
La segunda mitad repitió la misma tónica. Mucha lucha en el centro del campo, intensidad en cada balón dividido, pero escasa claridad ofensiva por parte del conjunto de Alberto Cifuentes.
Por su parte, el cuadro andaluz que juega sus encuentros en la localidad murciana de Totana, comenzó a crear peligro y a avisar de sus intenciones, hasta que en el minuto 53 llegó la acción decisiva: Ferrón remató un centro lateral y batió a Franganillo para poner el 1-0 que a la postre sería definitivo.
La U.D. Melilla intentó reaccionar con los cambios. Abreu tuvo la ocasión más clara para empatar en el 65’, pero su disparo, tras centro de Chavarría, se estrelló contra el poste. Con el rival cada vez más replegado y juntando sus líneas, los azulinos buscaron el empate por todas las vías posibles, aunque sin peligro.
La derrota en el Juan Cayuela deja al Melilla con 4 puntos de 12 posibles, un balance preocupante para un equipo que aspira a comenzar con otra inercia la temporada.Además, las similitudes con la derrota en Yecla aumentan la preocupación en la afición, que ve cómo se repiten errores del pasado reciente y teme otro curso marcado por la irregularidad lejos del Álvarez Claro.
En la próxima jornada, los azulinos buscarán resarcirse en casa frente al Xerez C.D., en un choque que se presenta ya como una prueba de fuego para recuperar confianza y no descolgarse en la clasificación.
