El presidente de Melilla denuncia la dejadez del Gobierno central en múltiples ámbitos y reivindica el papel del Ejecutivo local como sostén del bienestar social
El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, ha lanzado una contundente crítica al Gobierno central, al que acusa de mantener abandonados numerosos ámbitos fundamentales para el bienestar de la ciudadanía. En una entrevista concedida a Radio Televisión Melilla, Imbroda ha subrayado el papel de su Ejecutivo como actor esencial para compensar esas carencias y ha defendido la implicación de la administración local como una “obligación moral y política”.
“La Ciudad tiene que ser omnipresente”, ha afirmado Imbroda con rotundidad. “Tenemos que estar donde no está el Estado. Y lo estamos haciendo”.
Medidas sociales ante la inacción estatal
El líder del Gobierno local ha puesto en valor el esfuerzo presupuestario que está realizando su equipo en ámbitos que, según ha dicho, deberían ser competencia del Estado, pero que la Ciudad se ha visto obligada a asumir. Entre las medidas destacadas, ha enumerado:
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La incorporación de personal de Enfermería en centros escolares.
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La contratación de técnicos de Educación Infantil.
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Las ayudas a desplazamientos sanitarios.
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El apoyo a pacientes con enfermedades neurológicas graves.
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Las ayudas al alquiler.
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La apuesta por la Universidad y la emancipación juvenil.
Según Imbroda, estos programas responden a una necesidad real de los melillenses ante la insuficiente respuesta del Ejecutivo socialista, que —a su juicio— no tiene en cuenta las particularidades ni los desafíos sociales y económicos que afronta Melilla como ciudad fronteriza y periférica.
“Estamos entrando en campos que están abandonados. Nos duele que el Estado no compense adecuadamente nuestras necesidades, que son superiores a las de muchos otros territorios”, ha afirmado.
Deuda con Melilla por la atención a menores extranjeros
Uno de los casos más sangrantes, según el presidente, es el de la atención a menores extranjeros no acompañados (MENAS), un ámbito en el que la Ciudad Autónoma ha asumido históricamente un peso que, afirma, no le corresponde en solitario.
Imbroda ha recordado que el Estado mantiene una deuda superior a los 120 millones de euros con Melilla por los gastos acumulados en la acogida de estos menores, mientras que la aportación anual del Gobierno central apenas ronda los 4 millones de euros.
“Es una cantidad claramente insuficiente para el volumen de recursos que destinamos a atenderlos dignamente”, ha denunciado. “Y no es un tema ideológico ni partidista, es una cuestión de justicia institucional”.
“Vamos a seguir interviniendo donde el Estado no lo haga”
Pese a este escenario, Imbroda ha garantizado que su Gobierno seguirá actuando en todas aquellas áreas donde la intervención estatal brille por su ausencia.
“Tenemos la suerte de contar con una institución como la Ciudad Autónoma que puede y debe intervenir. Nosotros no vamos a mirar hacia otro lado. Asumimos nuestra responsabilidad con los melillenses aunque el Estado no lo haga”, ha sentenciado.
Con estas declaraciones, el presidente melillense marca una línea política clara: reforzar el papel del Gobierno local como garante del bienestar ciudadano ante una Administración General del Estado que, asegura, da la espalda a la ciudad.
Una advertencia en clave institucional que Imbroda lanza no solo como crítica, sino como llamamiento a la implicación del Gobierno central, para que Melilla deje de ser, en palabras del presidente, “la gran olvidada de España”.
