El técnico del filial azulino concedió sus primeras palabras después de unas sesiones de entrenamiento con sus pupilos, resaltando que resulta “impresionante” ver a toda la gente que ha llegado a nivel profesional “con tantas ganas de trabajar”. Sin duda eso, como recalcó, supone una enorme satisfacción para un entrenador, la verdad es que es “mágico”.
El técnico de la U.D. Melilla B, en una entrevista concedida este viernes al gabinete de prensa del club, incidía en que se considera “una persona muy normal que persigue su sueño, su propósito. Tiene muy claro a qué ha venido a la vida, por lo que estoy poniendo toda mi energía en mi camino para ser mejor profesional y persona cada día”, aseguró.
Pepe Arredondo reconoce que no cree mucho “en los perfiles de entrenador”. Y es que afirma que “un entrenador al final transmite en su día a día lo que es tanto en el vestuario como en la forma de jugar, de entrenar, los valores. Al final, me considero una persona con valores, que respeta mucho los pequeños detalles, que le gusta mucho cuidar todo lo que es lo humano y a partir de ahí, como yo digo, el fútbol viene por arrastre”. Sobre el nuevo proyecto de la entidad azulina en la Tercera Federación, el malagueño comentaba la siguiente: “En primer lugar, lo que más me llama la atención es el potencial del club. Lo hablo a diario con todos vosotros y creo que el club tiene un potencial tremendo. Primer equipo, filial, juvenil, todos los profesionales que trabajan hace que se forme una estructura muy profesionalizada. Vamos a dar pasos hacia adelante y al final soy una persona ambiciosa, atrevida, que lucha por sus sueños. Como te he dicho antes, y venir aquí sin duda son dos pasos adelante”, subrayó.
Ya centrado en la pretemporada, Pepe Arredondo se refería a las sensaciones que está teniendo en los entrenamientos. “La verdad que mágico, porque hay una predisposición al trabajo muy buena. En el vestuario veo gente con fuego en los ojos, un vestuario apasionado, una recepción al trabajo increíble. Eso para un entrenador tener un vestuario, un cuerpo técnico y toda la gente que está aquí a nivel profesional con tantas ganas de trabajar es increíble”. Por último, el preparador unionista tiene muy claro los objetivos que se marca como equipo. “Debemos construir un equipo que tenga ADN Melilla, que la gente de la casa se sienta representada con la identidad que vamos a construir, que los que vienen de fuera sean capaces de adaptarse y, sobre todo, de potenciar esta identidad que queremos construir. Además hay que ser un equipo enérgico, agresivo, de ritmo alto, que se atreva en todos los campos y en todos los contextos a ser valiente en el campo”. Y para eso, añadió, “el primero tengo que ser yo como entrenador junto al cuerpo técnico de transmitir esos valores, esa identidad en todos los pequeños detalles de convivencia, entreno y demás que llevamos día a día”, concluyó.
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