El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, ha cargado contra la Delegación del Gobierno en la polémica entre ambas administraciones por el problema de los cortes de agua en la localidad norteafricana y ha advertido de que “con la ciudad no se juega” ni va a permitir “ni un pase más” en la “fabricación de relatos políticos” en torno a este asunto.
A preguntas de los periodistas, Imbroda ha respondido así a las declaraciones que este miércoles hizo la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, asegurando que la responsabilidad en este asunto es de la Ciudad Autónoma.
“Un antes y un después
El presidente melillense ha rebatido que no van a discutir más y se van a poner “las cosas muy claras, negro sobre blanco” y “las responsabilidades reales de cada cual encima de la mesa”, pero ha asegurado que les van a dar solución tras una reunión monotemática celebrada este miércoles y que en la gestión del agua habrá “un antes y un después”.
Según ha avanzado, en esta reunión con todos los técnicos implicados se han adoptado decisiones no solo para el presente, sino también de cara a los próximos 20 años “para dar tranquilidad” a la población ante “el artículo más vital de todos”, teniendo en cuenta las circunstancias de Melilla y su dependencia de la desaladora, que produce más de la mitad del agua que se consume en la ciudad.
Garrafas del “super” para poder ducharse
Este miércoles, la máxima representante del Gobierno de España en Melilla ironizó con los mismos recordando antiguas promesas populares de contar con agua de calidad similar a la mineral para decir que “si la gente quiere ducharse tendrá que ir al supermercado a comprar una garrafa”.
Sabrina Moh apuntó a unas declaraciones realizadas en 2023 por el entonces consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, quien aseguró que Melilla dispondría de agua mineral en un mes y medio. “Llevamos dos años y no sabemos cuándo se cumplirá esa promesa”, ha añadido Moh con tono crítico.
Asimismo, la representante del Gobierno central ha reprochado al Ejecutivo melillense que la responsabilice públicamente de los cortes de agua mientras convoca reuniones sobre esta cuestión sin comunicarlo a la Delegación. “Si la competencia fuese mía, ¿por qué convocan reuniones sin contar conmigo?”, se ha preguntado, argumentando que este hecho evidencia que la responsabilidad de la gestión recae en el Gobierno local.