Melilla agradeció el legado de Su Santidad el Papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril a los 88 años de edad, con la celebración de una misa funeral en su honor organizada por la Vicaría Episcopal de la ciudad.
“Agradecemos sus palabras, sus gestos de ánimo al ministerio sacerdotal, a la formación integral de los cristianos, el definirse por la familia, por los jóvenes y su esperanza en la educación”, enumeró el vicario episcopal, Eduardo Resa, quien elogió la defensa del sumo pontífice de los migrantes y los pobres.
“La caridad la ha definido como un encuentro del rostro sangrante de Cristo con el rostro del Cristo sufriente de los necesitados de hoy”, señaló, agradeciendo “sus grandes dotes de comunicador y su defensa de la libertad de comunicación”.
A la misa acudió una nutrida representación del Gobierno de Melilla encabezada por su presidente, Juan José Imbroda.