La Delegación del Gobierno en Melilla puso en marcha un plan de contingencia durante el apagón total de comunicaciones que dejó a la ciudad sin telefonía ni internet durante más de diez horas, desde la tarde del lunes hasta la madrugada del martes. La delegada, Sabrina Moh, se trasladó de urgencia al centro 061, donde mantuvo una reunión con responsables de este servicio, del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) y de la Guardia Civil para coordinar posibles respuestas ante una eventual prolongación del aislamiento.
Durante el encuentro, se abordaron distintas medidas de actuación, incluida la preparación para posibles evacuaciones médicas a la península, la medicalización de ambulancias adicionales y el establecimiento de canales alternativos de coordinación con hospitales fuera de la ciudad.
Además, Moh ordenó un refuerzo de los efectivos de seguridad. Agentes de la Guardia Civil se desplegaron en zonas sensibles como el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), mientras que la Policía Nacional intensificó su presencia en diversos puntos del casco urbano.
La delegada también visitó personalmente espacios vulnerables como la Residencia de Mayores, el centro Gámez Morón y la Gota de Leche, donde informó directamente sobre los protocolos de actuación ante cualquier emergencia.
La delegada ha agradecido el esfuerzo de todos los profesionales que actuaron durante la emergencia: “Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, bomberos, Policía Local, personal sanitario y todos los que redoblaron turnos para evitar que esta situación afectara a la ciudadanía”.
Por otro lado, la caída de las redes también tuvo un fuerte impacto económico en la ciudad, ya que numerosos comercios y empresas vieron interrumpida su actividad al no poder operar con sistemas digitales ni realizar cobros mediante tarjetas bancarias.
Afortunadamente, la situación no derivó en incidentes graves y las comunicaciones fueron restablecidas alrededor de las 04:00 horas del martes.
