La plantilla de la U.D. Melilla ha regresado este lunes a los entrenamientos en las instalaciones del Estadio Municipal Álvarez Claro, iniciando así la preparación del trascendental encuentro que disputará este sábado ante el C.D. Móstoles, a partir de las 12’00 horas.
Tras la derrota del pasado domingo en el campo del Getafe B y con los últimos resultados de sus rivales directos, la situación clasificatoria se ha ajustado peligrosamente. Los azulinos mantienen una ventaja de seis puntos sobre el descenso directo y de cuatro respecto a la promoción, con solo nueve puntos aún en juego.
Esta situación eleva el partido del sábado a una auténtica final, posiblemente el más importante de la temporada para los melillenses, aunque si ganan su encuentro ante el C.D. Móstoles y el Colonia Moscardó -equipo que marca la zona de promoción- pierde y la Unión Adarve no gana, aseguraría la permanencia de los melillenses de forma matemática.
Conscientes de ello, el equipo se ha conjurado para lograr una victoria vital y ha arrancado la semana con intensidad. Como es habitual en las sesiones postpartido, el entrenamiento de este lunes se ha dividido en dos grupos: los titulares ante el Getafe B realizaron trabajo regenerativo, con ejercicios de activación y estiramientos, tanto en el gimnasio como sobre el césped, mientras que el resto de la plantilla completó una sesión compensatoria con mayor carga física. Todos los jugadores participaron sin contratiempos.
El Melilla recupera para este crucial encuentro a Fran Varela y Víctor Morillo, que han cumplido el partido por ciclo de amonestaciones, pero causa baja Iván Fernándz, por acumulación de cinco tarjetas amarillas.
El equipo disfrutará este martes de una jornada de descanso, retomando el trabajo el miércoles con el foco puesto en el decisivo choque ante el conjunto mostoleño.
