Carta del oncólogo Rubens Riotorto tras no responder INGESA a su ofrecimiento a continuar en el Comarcal al cumplir los 70 años de edad

Rubens Riotorto
(Autor: Rubens Riotorto Oncólogo Médico)

Por Rubens Riotorto

Oncólogo Médico

Chernobyl, la nube tóxica y Melilla.

 

Y ¿qué pasó con el ofrecimiento de seguir trabajando como oncólogo en el Hospital Comarcal de Melilla después de cumplir los 70 años?

Nada. No pasó nada.

Hubo silencio administrativo y por lo tanto a partir del 3 de marzo de 2025, estoy jubilado por la Seguridad Social.

Hay en el Hospital Comarcal de Melilla un sólo oncólogo para 85 mil habitantes.

No pasa nada.

Hay sólo dos digestivos. No pasa nada.

Hay un sólo endocrino. No pasa nada.

Y así podría seguir con una larga lista de no pasa nada.

El accidente de Chernóbil fue un accidente nuclear ocurrido el sábado 26 de abril de 1986 en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin ubicada en el norte de Ucrania, que en ese momento pertenecía a la Unión Soviética, a 2,7 km de la ciudad de Prípiat, a 18 km de la ciudad de Chernóbil y a 17 km de la frontera con Bielorrusia.

Las explosiones volaron la tapa del reactor 4 de 1200 toneladas y expulsaron grandes cantidades de materiales radiactivos a la atmósfera, formando una nube radiactiva que se extendió por 162.000 km² que abarcaron Europa y América del Norte.

Y ¿qué tiene que ver esto con Melilla? ¿qué tiene que ver con la sanidad de la ciudad?

Lo que explotó aquí fue una central de anestesia general. Es como sin una gran nube tóxica de anestesia la cubriera e impidiera toda reacción racional a los numerosos problemas, no sólo de la sanidad, sino de la frontera, del comercio, del empleo, de la vivienda, etc etc.

No pasa nada. La vida continúa.

Espero que un día Melilla despierte. Y que cuando lo haga ya no sea demasiado tarde.

Pero para terminar esta carta en un tono positivo, quiero dejar un saludo en primer lugar a mis pacientes y a sus familiares.

Los llevaré siempre en mi memoria y en mi corazón.

Un saludo a mis colegas, que, a pesar de todas las dificultades, siguen batallando día a día por la salud de sus pacientes.

A las valientes enfermeras, auxiliares y demás personal del hospital de día. Nunca las olvidaré, y ellas lo saben. Así mismo a las enfermeras y auxiliares de las plantas de internación. Mi respeto y admiración por su incansable trabajo.

¡Dios, qué buen vassallo! ¡si oviesse buen señor!

Así comienza el mítico vigésimo verso del Cantar de Mío Cid que ha dado tanto que hablar.

Una palabra especial para el valiente pueblo Amazigh. Con una historia única, tan rica y tan desconocida.

No quiero nombrar a nadie en especial, pero pienso en tantos pacientes y familiares, colegas, enfermeras, y otros que conocí accidentalmente en la ciudad y que tanto me han ayudado y me siguen ayudando, de forma totalmente desinteresada.

Muchas gracias.

Esté donde esté en el futuro, sepan todos los melillenses, que tendrán en mi alguien siempre dispuesto a darles una mano. Sin condiciones.

Finalmente, pido humildemente a la Virgen de la Victoria, patrona de Melilla, que proteja y guarde a todos sus hijos de los numerosos desafíos que tendrán que afrontar en el futuro.

Con mucho cariño, se despide

Rubens Riotorto

Oncólogo Médico

 

 

 

 

 

 

 

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