En el Día Europeo Contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario, CSIF Sanidad ha lanzado la campaña «45 agresiones al día en el ámbito sanitario» para visibilizar la violencia que enfrentan los profesionales de la salud.
CSIF Sanidad ha destacado que en 2024 se han registrado 16.558 agresiones, la cifra más alta desde que existen registros, según el Ministerio de Sanidad. Sin embargo, muchas agresiones no son denunciadas, lo que, según la organización, se debe a la percepción de que no tendrán consecuencias efectivas. CSIF Sanidad ha subrayado que el 47,7% de los ataques ocurren en Atención Primaria y que más del 75% de las víctimas son mujeres.
En Melilla, CSIF Sanidad ha advertido que la ciudad es la tercera comunidad con mayor tasa de agresiones a facultativos, con un índice de 5,65 por cada 1.000 profesionales. Ante este panorama, ha solicitado al INGESA la publicación del número total de agresiones a sanitarios en 2024 para concienciar sobre la gravedad del problema y promover medidas de protección.
CSIF Sanidad ha indicado que, según sus sondeos, muchos profesionales no denuncian por empatizar con el agresor o por dudar de la efectividad del proceso. No obstante, el sindicato ha insistido en la importancia de denunciar para acceder a apoyo psicológico, asesoramiento legal y prevenir futuras agresiones.
Ante la falta de acción de la administración, CSIF Sanidad ha exigido medidas urgentes como:
• Aumento de plantillas para reducir la carga asistencial.
• Creación de un Protocolo Nacional Unificado de Agresiones.
• Implementación del «Botón del Pánico» en el Sistema Nacional de Salud.
• Reconocimiento legal de la autoridad del profesional sanitario.
• Agilización de órdenes de alejamiento.
• Refuerzo de la seguridad en los centros sanitarios.
• Campañas de sensibilización y tolerancia cero.
• Formación en prevención y gestión de conflictos.
• Apoyo psicológico para las víctimas.
• Endurecimiento de penas para agresores.
CSIF Sanidad ha reafirmado su compromiso en la lucha contra la violencia en el sector y ha instado a los profesionales a denunciar cualquier agresión sufrida, enfatizando que la violencia en el ámbito sanitario no debe normalizarse.