La comunidad cristiana melillense ha celebrado el Miércoles de Ceniza, la fecha que marca el inicio oficial de la Cuaresma, un periodo de cuarenta días previo a la celebración de la Semana Santa, que deben conducir al creyente, mediante las prácticas del ayuno, la limosna y la oración, hasta la Pascua y Resurrección de Jesucristo, pilar fundamental de las creencias cristianas.
La Iglesia del Sagrado Corazón acogió ayer por la tarde una Santa Misa y posteriormente un vía crucis entre el Sagrado Corazón de Jesús y la Parroquia Castrense.
Además, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima del Rocío acudió este Miércoles de Ceniza al Centro Penitenciario para llevar la túnica que vestirá el reo que será liberado el próximo Jueves Santo. Los responsables de la cofradía entregaron al director de la prisión, Francisco Rebollo, la vestimenta que empleará el preso, en un acto con la presencia del Vicario Episcopal, Eduardo Resa.
Según marca la tradición, el Miércoles de Ceniza es día de ayuno y abstinencia, y se lleva a cabo la imposición de la ceniza a los fieles que asisten a Misa. Estas cenizas se elaboran a partir de la quema de las ramas de olivo y palmas del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza o la frente de los fieles, como signo de la caducidad de la condición humana.