Carta del Editor MH,5/2/2025
Enrique Bohórquez López- Dóriga
No vienen a Melilla, esta ciudad tan poco y tan mal conceptuada, tantos visitantes como queremos y necesitamos. Los que vienen sin que les paguen los políticos -con nuestro dinero- el transporte y la estancia, son pocos. Por eso alegra tanto que los melillenses que ya no viven aquí – hay muchos- y añoran la que fue su ciudad, tiren de sus amigos y les convenzan para que vengan y conozcan Melilla.
Todos los visitantes coincidieron en que Melilla está muy limpia, que es una ciudad preciosa, desgraciadamente muy poco conocida, que los melillenses son extraordinariamente amables y que Melilla tiene inmensas posibilidades de crecimiento y desarrollo, increíblemente desaprovechadas
Eso es lo que han hecho Miguel Platón y su esposa Rosa: traer a Melilla a sus amigos Gabriel de Diego y Belén, Fernando Blanco y Sofía, que visitaron Melilla el pasado fin de semana. Miguel es melillense y conoce muy bien Melilla. Rosa, senadora durante muchos años y entonces compañera de nuestro senador Carlos Benet, hacía mucho años que no venía a Melilla. Gabriel, Belén, Fernando y Sofía no habían estado nunca en nuestra ciudad, pero volverán, según me aseguraron, a una ciudad que les ha entusiasmado.
Todos los visitantes, especialmente los que nunca habían estado aquí, coincidieron en que Melilla está muy limpia, que es una ciudad preciosa, desgraciadamente muy poco conocida, que los melillenses son extraordinariamente amables y que Melilla tiene inmensas posibilidades de crecimiento y desarrollo, increíblemente desaprovechadas.
Ha sido un placer tener la ocasión de estar con ellos unas horas. Quedamos en vernos otra vez y pronto, esta vez en Madrid, y en profundizar en eso de qué hacer para ayudar a que Melilla pueda aprovechar su enorme potencial de desarrollo para desarrollarse, como puede y debe, para que venga más gente a Melilla, la conozca y la sienta como suya, como una parte importante de España, con su pasado, presente y, espero, su futuro.
Fernando Blanco, por citar un solo ejemplo de lo que comentamos durante nuestra visita, me comentó que era necesario crear una sociedad para el desarrollo de Melilla, con planes concretos de desarrollo local. Le dije que esa sociedad, SODEMEL, ya existía y los planes también. Lo único que ha faltado es el imprescindible apoyo -no monetario- de la administración pública local y de la nacional. No la dependencia de lo público, sino el apoyo público y la eliminación de trabas evitables a las iniciativas privadas.
La política de promoción turística de nuestra ciudad ha sido, al menos hasta ahora, un desastre sin paliativos y es posible que lo siga siendo si el desarrollo turístico local sigue en manos exclusivas de la gestión pública
No se explicaban nuestros visitantes, especialmente después de visitarnos y conocer Melilla, por qué no tenemos muchos más visitantes, nacionales e internacionales. Porque venir a Melilla es muy caro, en primer lugar. Porque los billetes, de avión sobre todo, deberían costar lo mismo para los visitantes que para los melillenses (aunque los visitantes no voten en Melilla). Porque la pista del aeropuerto se debe alargar, para permitir la llegada de aviones más grandes. Porque la política de promoción turística de nuestra ciudad ha sido, al menos hasta ahora, un desastre sin paliativos y es posible que lo siga siendo si el desarrollo turístico local sigue en manos exclusivas de la gestión pública. Porque hacen falta más hoteles bien situados. Y etc, etc. Muchas incógnitas que necesitamos despejar.
Hablé con nuestros visitantes, residentes en Madrid, también de política, eso de lo que casi todos quieren “pasar”, pero la política y los políticos jamás pasan, ni pasarán, de nosotros (analicemos ese robo legalizado conocido como “impuesto” y comprobarán cómo los políticos ni quieren, ni pueden “pasar” de todos nosotros). Surgió el inevitable tema de si Pedro Sánchez va a convocar elecciones anticipadas o no. Hubo división de opiniones, aunque unanimidad sobre que para España sería bueno, necesario, que Sánchez dejara de ser presidente cuanto antes. Y sería muy especialmente bueno, casi imprescindible para que Melilla tenga futuro, que este Gobierno sanchista y su horrible delegada en Melilla, desaparecieran cuanto antes de nuestra vida política.
Melilla, que no es Autonomía, necesita un Gobierno nacional amigo, no enemigo, como el de ahora. Porque hay muchas cosas estructurales que cambiar, con el impulso y la iniciativa privadas -por supuesto- pero que necesitan el apoyo del gobierno local y del nacional, de los dos, en buena armonía. Pero sobre lo de Pedro Sánchez y su continuidad en el puesto, yo creo que vamos a tener que seguir sufriéndole dos años, hasta las elecciones. No antes, ojalá ocurriera, ni después, porque, como las mujeres de Almodóvar, es posible que muramos en el intento de aguantar.
Sería muy especialmente bueno, casi imprescindible para que Melilla tenga futuro, que este Gobierno sanchista y su horrible delegada en Melilla, desaparecieran cuanto antes de nuestra vida política
Sirva, a modo de ejemplo de la situación económica de Melilla, saber que en España -como era de esperar con este Gobierno sanchista y comunista- 2024 fue un nuevo año negro, muy especialmente para el comercio familiar: impuestos, cotizaciones, hipotecas, alquileres, energía… En 2024 cerraron diariamente 22 establecimientos en España y la Seguridad Social perdió 8.000 afiliados. Melilla – una ciudad con muchos comercios pequeños, familiares- es una de las mayores víctimas de la sangría de las tiendas de toda la vida, las de proximidad, devoradas por los costes, empezando por las subidas de los salarios mínimos, que en Melilla no son tan mínimos, con el tanto por ciento adicional del “plus de residencia” y los malditos “planes de empleo”, que son en realidad planes de desempleo, un atractivo máximo para no trabajar. El cambio económico de Melilla es urgente…y vital. Menos burocracia, menos pegas y obstáculos desde la administración pública son imprescindibles para que Melilla se salve.