
Como todo lo que nos rodea, el croissant ha evolucionado para para adaptarse a los diferentes estilos de vida actuales. Desde versiones veganas hasta opciones sin gluten, los panaderos innovadores han logrado mantener viva la tradición del croissant, mientras atienden las necesidades de una sociedad cada vez más diversa.
Aunque el croissant se asocia comúnmente a la cocina francesa, su origen es objeto de debate. Algunos relatos sugieren que la receta proviene de Viena, donde los panaderos crearon esta masa de hojaldre en el siglo XVII para conmemorar la victoria sobre los otomanos. La forma del croissant, parecida a una luna creciente, simboliza la bandera de este imperio.
Sin embargo, fue en Francia donde el croissant se convirtió en un elemento indispensable de la cultura culinaria. Durante el siglo XIX, los panaderos franceses perfeccionaron la receta, añadiendo mantequilla para darle el sabor y textura que todos conocemos.
El Día Mundial del Croissant es una buena oportunidad para disfrutar, un día más, de esta delicia. Desde los clásicos croissants de mantequilla, pasando por opciones de chocolate, crema, almendras o fruta hasta llegar a las versiones saladas de este dulce universal.