Según cuenta la familia del paciente, la psiquiatra le ha dado el alta ambulatoria alegando una mejora de sus facultades mentales, pero interpretan esta medida como un pretexto para “quitárselo de en medio” por falta de capacidad y de medios
Una familia melillense denuncia que la psiquiatra del Hospital Comarcal ha dado el alta ambulatoria a un paciente “potencialmente peligroso” por su agresividad debido, según dice J. A., amigo íntimo de la familia, a “una enfermedad de adición” a sustancias estupefacientes motivada por malas influencias en su círculo de amistades.
“La familia tiene mucho miedo por lo que pueda hacer y va a hacer”, advierte a este Diario, argumentando que, al estar judicializado el caso, la psiquiatra “no debería de darle alta ambulatoria”, algo que finalmente ha ocurrido porque, según cuenta, la psiquiatra alega una mejora en el paciente tras dos semanas internado.
“No entendemos nada”, dice sin salir de su asombro.
La madre del paciente, un varón de 33 años, cree que a la psiquiatra “se le ha ido de las manos el tema desde el principio” y que no dispone de los recursos suficientes para retener a un paciente de este calibre. En resumen, interpreta esta medida como un pretexto para “quitárselo de en medio”. “No pueden con esta situación”, sostiene.
“Ella ha llevado hoy (por este lunes) a otra psiquiatra para que lo valore, porque no lo había visto ningún día, y ha dicho que está bien para salir a la calle. Y él dice que se encuentra bien, que con la medicación que le han puesto ya no escucha voces y que ya puede salir a la calle, y que ya se le ha quitado la agresividad”, cuenta, insistiendo en sus argumentos de que no le pueden darle el alta a su hijo por sus continuas amenazas a familiares, conocidos y personal sanitario del hospital.
“¿Cómo le puedes dar el alta si va diciendo que cuando salga a la calle va a matar a gente?”, pregunta sin salir de su asombro, lamentando que no se le haya buscado una “solución razonable” para su hijo, un paciente que, tal y como asegura, era “un niño tranquilo hasta que la droga lo acabó convirtiendo en esto”, llegando hasta el punto de agredir hasta su hermano mayor.
Traslado a Málaga
Una de las opciones que se han sopesado es trasladar al paciente a un centro psiquiátrico en Málaga, que defiende la madre. “Les he explicado por activa y por pasiva a todos que, aunque sea pagando, yo lo llevo, que gracias a Dios se puede permitir, y si no se pudiera permitir se buscaba el dinero, pero me lo tienen que llevar al punto que sea e ingresarlo”, subraya, desconociendo si este asunto ya “se les ha olvidado”.