El partido que lidera Amin Azmani afronta “con mucha ilusión y ganas de cambio” esta campaña electoral: “Estoy convencido de que vamos a ser la sorpresa en estas elecciones”
«Con mucha ilusión y ganas de cambio». Con esta energía afronta ‘Somos Melilla’ esta campaña electoral que ha comenzado en la madrugada del jueves 11 al viernes 12 de mayo con la tradicional pegada de carteles en la Plaza de España.
Aunque más que una campaña electoral, para la formación que lidera Amin Azmani, candidato a la Presidencia de la Ciudad el 28-M por dicho partido, es una “cuenta atrás para que se produzca el cambio” en la ciudad.
Así pues, Azmani se muestra “convencidísimo” de que ‘Somos Melilla’ va a ser “la sorpresa” en estos comicios. “Muchísimas gente nos está llamando, confiando en nosotros, y creo que es propio del hartazgo que implica el ver a los mismos partidos de siempre, con los mismos discursos de siempre y sin ofrecer nada novedoso”, manifiesta en declaraciones a este Diario.
Previamente a la pegada de carteles en la céntrica plaza de la ciudad, el partido ha mantenido un encuentro con simpatizantes y afiliados en su sede “para arroparse”.
Una campaña «muy tensa»
Azmani reconoce que desde el partido que él lidera ya llevan una precampaña “bastante intensa” en la que han estado visitando “todos los barrios” de la ciudad para recoger las principales sugerencias y demandas de los vecinos de cara al programa electoral con el que concurren a estas elecciones.
Asimismo, anuncia que la presentación oficial de los candidatos y del programa electoral para dichos comicios será el próximo martes día 16 de mayo.
El cabeza de lista de ‘Somos Melilla’ el 28-M admite de que esta va a ser una campaña “muy tensa”. “Ya lo está siendo porque los partidos mayoritarios siempre tensionan, dividen, desentierran el hacha de guerra y empiezan a enfrentar a los melillenses”, afirma, poniendo como ejemplo la polémica de la compra de votos en la ciudad y con los últimos robos de votos por correo a carteros en varias zonas de la ciudad, algo que ha calificado como “alarmante y grave”.
“Frente a eso, no cabe la resignación, porque eso significaría poner en manos de los mismos de siempre el futuro y destino de Melilla”, advierte.