La continuidad de Jesús Delgado Aboy al frente de la sociedad púbica Proyecto Melilla Sociedad Anónima (Promesa) no se sostiene desde que se ha conocido el auto del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Melilla.
Las acusaciones contra el diputado tránsfuga son muy graves, sobre todo teniendo en cuenta que está al frente de una entidad que maneja un presupuesto millonario y que tiene en sus manos las ayudas a empresas y comercios de la ciudad.
Jesús Delgado está acusado de la presunta comisión de sendos delitos de apropiación indebida y administración desleal cuando ocupaba la presidencia del Colegio Oficial de Médicos de Melilla.
El auto judicial detalla que “se ha apoderado para sí y en su propio beneficio” de diversas cantidades que suman más de 86.000 euros, a los que hay que unir otros 120.000 euros que presuntamente habría “derrochado” en gastos que nada tienen que ver con la entidad colegial. Sobresale, de la lista detallada de gastos que recoge el auto judicial y de los que informamos en la página 5 de este periódico, el dinero empleado en ropa íntima de mujer y de caballero, un perro de 1.200 euros, juguetes, regalos o joyería, todo ello a cargo de la tarjeta bancaria de la organización que representa a los médicos de Melilla.
Con un auto tan demoledor, Jesús Delgado tiene que afrontar por un lado las responsabilidades judiciales, que dirán si es inocente o culpable de todas estas acusaciones, pero también tiene ante sí las responsabilidades políticas y esas no pueden esperar ni un minuto más: o dimite como presidente de Promesa -algo que ya ha avanzado que no va a hacer- o los socios de gobierno deben forzar su cese.