Destaca en su discurso navideño que la reapertura del paso de Beni-Enzar podría resumir “el regreso a la normalidad” que ha supuesto 2022 y desea que en 2023 la “plena normalidad” vuelva al tránsito fronterizo de personas y mercancías
El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, ha expresado su deseo de que la frontera entre España y Marruecos en Melilla vuelva en el nuevo año 2023 a la “plena normalidad” en la circulación “ordenada” de personas y mercancías “para así recuperar las buenas relaciones que siempre deben existir entre los países vecinos”. De Castro ha pronunciado esta Nochebuena su discurso navideño, emitido por la televisión pública local, en el que ha considerado que esta “plena normalidad” en el tránsito fronterizo es “imperativo” una vez que el paso terrestre de Beni-Enzar reabrió el pasado 17 de mayo tras más de dos años cerrado por la pandemia y la crisis entre ambos países.
Para el presidente melillense, esa reapertura frontera es el momento con el que se podría resumir el regreso a la normalidad porque “nada de lo que se pueda decir ahora es comparable a lo que esa noche sintieron quienes pudieron abrazar a sus familiares dos años y dos meses después”.
Por ello, De Castro se ha mostrado optimista y en que exista “una voluntad clara de cooperación estrecha, de reciprocidad y de buena vecindad” entre ambos países.
Además, ha recordado que la frontera de Melilla es la frontera sur de Europa y, como tal, considera que la diplomacia española y europea “tienen que seguir fomentando vías conjuntas de negociación”.
Para ello, ha instado a “no olvidar que cierta firmeza da mejor resultado que la tibieza”, aunque las relaciones diplomáticas exijan “mesura y pasos cortos”, además de “tiempo y mucha discreción para lograr resultados satisfactorios y alcanzar los objetivos”.
Reclama medios humanos y materiales “adecuados y proporcionados” en la valla frente a los intentos de salto
También relacionado con la frontera, De Castro se ha referido al “recuerdo amargo, doloroso e imborrable” que deja este año el intento de entrada irregular que sufrió la frontera de Melilla el pasado 24 de junio, en el que murieron, al menos, 23 inmigrantes de origen subsahariano, según cifras oficiales de Marruecos.
El presidente de Melilla lo ha calificado como “una tragedia humana” y “algo que no tendría que haber ocurrido nunca”, pero ha insistido en que “los saltos masivos y violentos a la valla fronteriza no pueden ser la opción para solventar las dramáticas situaciones de miseria y persecuciones que sufren los migrantes en sus países de origen”.
Para que la frontera no sea “violentada”, De Castro ha reclamado que esté protegida con medios humanos y materiales “no solo adecuados, sino también proporcionados” porque “cruzar la frontera o saltar la valla es entrar en Europa”.
“Cautela y prudencia”, sus dos peticiones en la pandemia
Cautela y prudencia. Son las dos peticiones que el presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, ha transmitido a los melillenses al inicio de su discurso navideño, que ha arrancado haciendo mención a la pandemia del coronavirus.
En este sentido, De Castro ha subrayado que este año “ha ido devolviéndonos el modo de vivir que la pandemia del covid nos había arrebatado”, después de que 2020 estuviera marcado por el confinamiento y 2021 “naciera ligado a la vacuna”.
Y, pese a esa recuperación de la normalidad, el presidente ha dejado claro que “nada será igual después del tremendo dolor experimentado”. “Siempre recordaremos a quienes ya no están entre nosotros”, ha dicho antes de transmitir su cariño y respeto a los seres queridos de las víctimas de la pandemia.
