El malestar entre muchos ciudadanos por lo que viene sucediendo con la inmigración irregular y la gestión del gobierno de Pedro Sánchez quedó reflejado en el recibimiento que tuvo el presidente del Gobierno en Ceuta y Melilla.
En Ceuta fueron más duros porque a las afueras del helipuerto, decenas de ceutíes esperan la llegada de Pedro Sánchez y el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska con pitos y caceroladas. Una vez que han conocido que Sánchez pisaba tierra caballa, han respondido a su llegada con abucheos, gritos, pitos e insultos, mostrando así el descontento de la población ceutí a lo que está ocurriendo.
La salida de los coches que transportaban al presidente del Gobierno y al ministro del Interior hasta el Palacio de la Asamblea, donde se reunió con Vivas, ha sido ajetreada. Los ceutíes que se habían congregado a las puertas han golpeado y escupido al coche que los conducía hasta la reunión. Además de esto, se han dejado escuchar gritos de 'Ceuta no se vende' e 'invasión'.
En Melilla no hubo concentración en el aeropuerto, pero si frente al Palacio de la Asamblea, en la Plaza de Asamblea, donde se habían concentrado cientos de personas, muchas convocadas por redes sociales, para protestar contra la gestión que hace Pedro Sánchez del Gobierno de la Nación, siendo recibido por decenas de ellos al grito de 'fuera, fuera', 'dimisión' e insultos varios. Otro grupo de personas, formado por destacados militantes y simpatizantes del PSOE, en cambio, le aplaudieron al grito de 'presidente, presidente' y 'soy español, español'.
Pedro Sánchez, acompañado siempre por Grande-Marlaska y Moh, se ha reunido con el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro (con expediente de expulsión de Ciudadanos); la vicepresidenta primera Gloria Rojas (PSOE); el vicepresidente segundo Hassan Mohatar (CPM); y la vicepresidenta primera de la Asamblea y consejera de Hacienda, Dunia Almansouri (CPM). De los grupos de la oposición, PP y Vox, no había nadie en el encuentro en el Salón de Presidencia.
Pasadas las 21.00 horas, una vez que terminó una reunión con el Gobierno de la Ciudad encabezada por Eduardo de Castro, y sin declaraciones a la prensa, el presidente del Gobierno ha abandonado el Palacio de la Asamblea mientras en el exterior se mantenían los concentrados, momento en el que el griterío a favor y en contra de Pedro Sánchez aumentó en muchos decibelios entre quienes más se posicionaban por parte del gentío reunido en la Plaza de España.
Un fuerte despliegue policial ha evitado cualquier acercamiento de las personas congregadas hasta los vehículos oficiales que trasladaron al presidente del Gobierno de nuevo hasta el helipuerto de Melilla para su regreso a la Península.