El Sindicato Unificado de la Policía, planteaba la necesidad de que los países firmantes del Tratado Schengen, relativo a las fronteras exteriores de la Unión, dotaran de medios técnicos y humanos suficiente a la plantilla de Comisaría de Melilla, al objeto de poder establecer el control que requería la puerta de entrada que desde África al viejo continente suponían y suponen las fronteras de Ceuta y Melilla.
La Ciudad estudiaba reclamar la creación de una Oficina de ACNUR en Melilla para atender las necesidades de los cientos de inmigrantes que llegaban a ciudad desde el continente.
Cruz Roja anunciaba el reparto de cien mil kilos de alimentos, excedentes comunitarios, entre los melillenses con escasos recursos y centros asistenciales.