Los de Alejandro Alcoba acariciaban el triunfo en Valladolid, aunque terminaban cayendo en la prórroga, y ahora deben centrarse en las dos ‘finales’ que les restan en este 2020. El Polideportivo Pisuerga fue el pasado domingo testigo de excepción de un vibrante encuentro que tuvo que decidirse en la prórroga y que se saldó de forma desfavorable a los intereses del Melilla Sport Capital Baloncesto, que terminaba sucumbiendo frente al Clínica Sur Aspasia-Real Valladolid por 89-84.
Este triunfo permite a los pucelanos romper su mala racha, un conjunto el vallisoletano en el que sobresalió el zimbabuense Joey van Zegeren con sus 27 puntos y 10 rebotes para un total de 30 de valoración. Timmer dio su apoyo al pívot para doblegar a muy combativo equipo de Alejandro Alcoba, que, pese a la derrota, ofreció sensaciones muy positivas.
Los azulones deben hacer borrón y cuenta nueva y poner los cinco sentidos en los dos importantes compromisos, dos auténticas finales, que les restan de aquí a final de año. En concreto, se las tendrán que ver este viernes ante el Ibereólica Renovables Ourense y el próximo martes día 22 contra el Destino Palencia, ambos los afrontarán en el Pabellón Javier Imbroda y en idéntico horario (19’00 horas).