El PP acusó ayer a los gobiernos de Melilla y España de que nuestra ciudad esté sufriendo “los peores datos de todas las provincias europeas” en la pandemia por no haber adoptado ninguna medida, plan o estrategia para combatir los rebrotes desde el final del estado de alarma, y denunció que ninguno de sus responsables “dé la cara” ante esta situación. En rueda de prensa, el secretario regional del PP, Miguel Marín, expresó la preocupación de su partido tras el aumento de contagios que está sufriendo la ciudad, situándose como la segunda región de España con una mayor incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes, por encima de los 500 casos, y la tasa de positividad más alta.
Pese a ello, el número dos del PP denunció que nadie explique a los melillenses la “situación dramática” que está viviendo la ciudad, que ofrezca “datos precisos y concretos” e informe de las medidas que piensan adoptar ambos gobiernos para frenar un rebrote que “se extiende por todos los rincones de Melilla”.
Confinamiento
Además, afirmó que “nadie coge las riendas” para coordinar, dirigir o gestionar la pandemia en Melilla, que es “lo realmente preocupante”, por lo que calificó al Ejecutivo regional de “irresponsable y temerario”, adjetivos que también extendió al nacional, ya que considera que “tendría que haber tomado medidas si ve que la Ciudad Autónoma no hace nada”.
Marín advirtió de la “crítica situación” a la que “este desastroso Gobierno está abocando a Melilla” y dejó claro que “serán los auténticos artífices de que la ciudad tenga que estar totalmente confinada por no tomar medidas preventivas con la suficiente antelación”, con las consecuencias económicas que ello supondría, “directamente proporcionales a las sanitarias”.
Así, rechazó que “miles de melillenses se tengan que contagiar por la negligencia e incompetencia de ambos gobiernos” y que “el denominador común que impera en la ciudad” sea “el caos en la gestión, en la situación y porque no se vislumbran alternativas que puedan predecir que se vaya a revertir esta situación tan preocupante”.
“Es urgente adoptar medidas. La deriva de estos gobiernos irresponsables va a llevar al contagio total de la población de Melilla y a que el Gobierno central, que es quien tiene la competencia, confine por completo la ciudad”, dijo Marín tras reprochar a miembros del Ejecutivo regional que digan que están esperando a la creación de una comisión para aportar ideas o sugerencias.
En este punto, el también portavoz popular en la Asamblea instó a los tres partidos que conforman el Gobierno melillense a que “dejen de tomar el pelo” a la ciudadanía, puesto que tienen representación en el Consejo de Gobierno, que es “el órgano más ejecutivo” y desde el que se deben tomar las medidas necesarias para hacer frente a la pandemia.
Las medidas del PP
Por el contrario, insistió en que los responsables de ambas administraciones están “de brazos cruzados” y no han atendido las medidas que el PP ha ido proponiendo desde el inicio de la pandemia, pese a ser “el partido más representativo porque así lo han querido la mayoría de los melillenses”.
Marín cree que, de haberse adoptado las propuestas preventivas del PP, Melilla tendría hoy un menor número de contagios y fallecidos y una situación “menos alarmante y más cómoda”.
No obstante, se mostró convencido de que lo harán cuando se decrete el confinamiento de la ciudad en un intento de “compartir responsabilidades”, si bien “los únicos responsables son ellos, que son los que gobiernan y no han hecho nada”, apostilló Miguel Marín.
Enfrentamientos
Además, criticó que las administraciones local y central no están coordinadas y, es más, protagonizan “continuos enfrentamientos y peleas” entre sus dos máximos responsables, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, y el presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, mientras que “en medio están todos los melillenses contagiándose”.
Al mismo tiempo, denunció públicamente el “desamparo” que, según dijo, sienten los profesionales de los ámbitos sanitario, de seguridad y emergencias y militar, entre otros, que “son los que están al frente de la pandemia” y, pese a ello, no se les hacen test rápidos.
Tampoco a sus familiares y contactos estrechos, a los que “les hacen la prueba PCR a los diez días”, por lo que cree que es normal que los casos positivos de coronavirus se hayan “disparado” en Melilla con esta forma de actuar de las dos administraciones, cuya reunión celebrada el 12 de octubre, al parecer de manera telemática, “llega muy tarde”.
Marín expresó la “gratitud inmensa” del PP hacia estos colectivos profesionales por seguir trabajando para dar servicio a los melillenses en esta emergencia sanitaria del coronavirus. “No está pagado el trabajo que hacen”, asevero el dirigente popular.
Las tres exigencias del PP a la Ciudad Autónoma y la Delegación
El PP exigió ayer a la Ciudad Autónoma y a la Delegación del Gobierno en Melilla que, de manera inmediata, adopten “cuantas medidas sean necesarias” para controlar los brotes epidémicos y paliar “la gravedad de la situación con el máximo rigor, coordinación, transparencia y participación de las instituciones y fuerzas vivas de la ciudad”, de modo que se reconduzca “a la exigible estabilidad socio sanitaria”.
Otra de las peticiones de los populares es que se destinen cuantos medios económicos, materiales y humanos sean necesarios “para garantizar la acción efectiva de las medidas que se adopten, con decisiones firmes y coordinadas y con el debido equilibrio entre la protección sanitaria y la protección del tejido productivo local”.
Asimismo, propone que se agilicen y refuercen, “con la debida coordinación y lealtad institucional”, todos los medios de control, seguimiento, restricción y sanción con los que cuenten las administraciones públicas, tanto autonómica, como general del Estado, “en aras a garantizar la mejor de las protecciones a la ciudadanía melillense y el cumplimiento de las obligadas medidas de restricción establecidas”.
El PP denunció “la falta de transparencia en la acción del gobierno con relación al control de la pandemia”, hasta el punto de que dice desconocer qué recursos excepcionales se han destinado a paliar los efectos de la COVID-19 a través de los 25 millones de euros extraordinarios que la Ciudad Autónoma recibió a mediados de julio “y cuya prioridad debiera haber sido dotar al sistema de los medios materiales, humanos y de protección necesarios para hacer frente al control de la pandemia”.
