José Luis Sierra, asesor jurídico del Ayuntamiento de Marbella y amigo de Jesús Gil, pedía al alcalde marbellí que retirase su candidatura de Ceuta y Melilla a las elecciones de ese año para evitar "un problema de Estado" y tras alegar que "la dureza de los fiscales" guardaba relación con la comparecencia electoral.
600 personas rompían a diario el ayuno gracias a los alimentos que les ofrecían el Consejo Religioso Musulmán. En su mayoría eran inmigrantes subsaharianos, argelinos y marroquíes.
Subían de forma inesperada las principales marcas de tabaco rubio, que pasaban a costar 245 pesetas.
José Luis Sierra, asesor jurídico del Ayuntamiento de Marbella y amigo de Jesús Gil, pedía al alcalde marbellí que retirase su candidatura de Ceuta y Melilla a las elecciones de ese año para evitar "un problema de Estado" y tras alegar que "la dureza de los fiscales" guardaba relación con la comparecencia electoral.
600 personas rompían a diario el ayuno gracias a los alimentos que les ofrecían el Consejo Religioso Musulmán. En su mayoría eran inmigrantes subsaharianos, argelinos y marroquíes.
Subían de forma inesperada las principales marcas de tabaco rubio, que pasaban a costar 245 pesetas.