Columna de Sanidad

“TÓMATE A PECHO TU AUTOEXPLORACIÓN”

El cáncer de mama en fase precoz puede ser curable y parte de esa curación depende de vosotras. La Autoexploración mamaria ha salvado muchas vidas y salvará más si se practica rutinariamente, pero de forma reglada o protocolizada.

Sabemos que la responsabilidad del diagnóstico y tratamiento es del médico, pero también sabemos que la autoexploración mamaria ayuda a realizar un diagnóstico precoz ya que, ante cualquier duda en la autoexploración, es el médico el que te dirá si lo que has palpado es o no es normal. Debes de acudir al médico si palpas un bulto, si aprecias alguna diferencia entre ambos pechos (uno de ellos es un poco mayor que el otro), o aprecias salida por el pezón de alguna secreción.
La exploración debe hacerse una vez al mes, y esto varía si la mujer tiene la regla o no la tiene. Las mujeres que tienen la regla deben hacérsela entre el quinto y séptimo día del comienzo de la misma porque así las mamas no están bajo los efectos de las hormonas. Si la mujer no tiene la regla debe hacérsela el mismo día cada mes, para que no haya olvidos, por ejemplo el día uno de cada mes. Y para los olvidos, un almanaque accesible para marcar y a la vista.

Para realizar la autoexploración mamaria son varios los pasos que hay que seguir y que detallamos a continuación y además hemos añadido unas imágenes para visualizar lo que describimos:
1. Con el torso desnudo debes ponerte de pie frente a un espejo, con los brazos pegados a lo largo del cuerpo. Observa el tamaño de tus mamas (recuerda que una mama es ligeramente mayor que la otra). Fíjate si tus mamas tienen depresiones o la piel es rugosa (como la piel de una naranja). Observa si el pezón está hundido o invertido.

2. Continúa de pie frente al espejo, pero ahora enlaza tus manos por detrás de la cabeza. En esta posición observa sobre todo el contorno inferior de tus mamas, recuerda que estamos buscando bultos y cambios en ellas que nos sugieran un tumor.

3. Sigue en pie. La mano del mismo lado de la mama que vas a palpar sitúala en la nuca y con los dedos de la otra, comienza un movimiento en círculo desde la periferia al pezón. Presiona suavemente pero con la firmeza suficiente para detectar cualquier anomalía. Haz lo mismo con la otra mama. También debes presionar y palpar los huecos axilares para ver si notas algún ganglio inflamado en ellos.

4. Comprime ambos pezones para ver si sale alguna secreción. Si apareciera, debes acudir al médico con rapidez.

5. A continuación acuéstate en la cama boca arriba con una almohada bajo el hombro, izquierdo primero y luego bajo el derecho. Pon la mano en la misma posición que en el punto 3 y realiza los mismos pasos que se describen en él. En esta posición la mama cae aplanada sobre la parrilla costal haciendo más fácil y quizás más efectiva la palpación, pero es conveniente realizarla en las dos posiciones, es decir, en bipedestación y tumbada.

Conozco casos en los que la autoexploración mamaria fue la voz de alerta para salvar la vida. No renuncies a ella por dejadez o por olvido. Actúa como cuando algo te interesa: sacar las entradas para el teatro, o acudir a una Agencia para programar un viaje de placer; piensa que tú también debes ayudarte para que otros te ayuden y gestionar, como para el teatro o el viaje la seguridad de tenerlos. Tú seguridad está en ti, sobre todo, y en los demás.

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