El presidente de la Autoridad Portuaria de Melilla, Miguel Marín, defendió ayer su decisión de reforzar con concertinas las vallas que está instalando en las zonas donde se producen el mayor número de intrusiones al área restringida del puerto comercial por parte de inmigrantes irregulares que quieren llegar a Europa como polizones. A preguntas de los periodistas, Marín recordó que las concertinas son “elementos estáticos” y “medidas disuasorias” que están permitidas por el Estado de Derecho, de ahí que este organismo vaya a utilizarlas en las zonas donde se produzcan esas intrusiones. “Tenemos que defendernos de un fenómeno de inmigración de tanta presión como tenemos”, afirmó Marín antes de recordar que las concertinas “no persiguen ni hacen daño a nadie, solo a aquel que intente entrar de manera ilegal a una zona de acceso restringido”.
Marín dejó claro que “el que cumpla la ley no va a producirse ningún daño con la concertina”, al tiempo que consideró que los melillenses merecen “vivir en una ciudad tranquila y que el problema de este fenómeno de la inmigración juvenil se erradique”.
Para ello, señaló que “una de las maneras es quitando las ganas a esos jóvenes y menores que vienen a Melilla para colarse de polizón en el puerto”, para lo que la Autoridad Portuaria está instalando una serie de vallas en los puntos donde se producen la mayor parte de las intrusiones a la zona de seguridad, más de 19.200 en 2017.
Estas actuaciones están siendo ejecutadas en estos momentos y van “a buen ritmo”, según explicó Marín, que calculó que a finales de marzo podrían estar terminadas y, a partir de entonces, los inmigrantes que tratan de alcanzar los barcos “lo tendrán muy difícil”, dando así “un paso importante para evitar este fenómeno migratorio ilegal”.
Llamamiento y reflexión
El presidente del puerto afirmó que las personas y organizaciones “que alientan a estos jóvenes y menores inmigrantes” a intentar llegar a Europa como polizones les están haciendo “un flaco favor” al “invitarlos a que arriesguen sus vidas”, por lo que las acusó de “poner en riesgo su integridad física” y les hizo un llamamiento para que recapaciten.
También pidió a quienes critican e “insultan” a las instituciones de Melilla por su papel con los menores extranjeros no acompañados que “vayan a Marruecos, se manifiesten allí y pidan explicaciones de por qué deja desamparados a esos menores y no cumple con el acuerdo de repatriación, provocando ese desarraigo familiar”.
Marín fue más lejos al pedir que, una vez realizado todo eso, quienes critican “adopten a esos menores” porque “con que cada uno adopte a uno, en Melilla desaparecería el problema” de esta inmigración infantil. “Es muy fácil insultar y criticar desde posiciones acomodadas en la península”, aseveró.