Según declaraciones de Ecologistas en Acción, realizadas por la coordinadora de la campaña “Clean Up the Sea” (limpiemos el mar), las actividades de limpieza de playas y diques llevadas a cabo en los últimos días, a pesar de ser muy “visuales”, no son relevantes a la hora de atajar el problema de las basuras marinas. Las medidas propuestas para reducir la acumulación de residuos plásticos en nuestros mares pasan por el endurecimiento de la vigilancia y las sanciones a los vertidos, así como por un “cambio desde abajo”, logrando la concienciación del ciudadano.
En la tarde de ayer, el grupo Ecologistas en Acción, presentó una ponencia en el Real Club Marítimo “Gestión de residuos. Basuras marítimas”, a través de la coordinadora de la campaña nacional “Clean Up the Sea” (limpiemos el mar), Sara Acuña. Según declaraciones de Guelaya (grupo local de Ecologistas en Acción), las basuras de la costa melillense son consecuencia directa de una ineficiente política de gestión de residuos por parte de la Ciudad Autónoma. Según Guelaya, los puntos negros de vertido de basuras se encuentran en torno al polígono del SEPES y la incineradora, que es considerada como “un mero parche” ante el problema de los residuos. Dado que se conoce el punto de origen del problema, Guelaya propone la instalación de cámaras de vigilancia y la aplicación de sanciones al vertido de basuras puesto que, según Acuña, “los que lo hacen mal deben pagarlo”. Del mismo modo, se afirma que la mejor manera de evitar la presencia de plásticos en el mar es prevenir su utilización, “evitando el sobreenvasado, penalizando la utilización de envases plásticos ligeros y volviendo a la compra a granel” y facilitar la labor de reciclaje al ciudadano, para lo que vuelven a reclamar la instalación de contenedores amarillos para el reciclaje de plásticos. El problema de las basuras es global, y aunque las acciones que cada uno realice “parezcan insignificantes”, cuando se produce un cambio generalizado “se ve resultados”.
Los microplásticos, en la cadena alimenticia
El 67% de las basuras que generamos son plásticos, y únicamente un 15% de los plásticos que arrojamos al mar flotan en la superficie. Todo el plástico que hay en los mares se degrada lentamente, descomponiéndose mecánicamente en pequeñas partículas, que son ingeridas por los organismos marinos, accediendo de este modo a la cadena alimenticia y acabando, tarde o temprano, en nuestros platos con todo el perjuicio a la salud que ello supone (cáncer, problemas hormonales, etc).