Como desde hace varios años, el Ministerio del Interior tenía previsto reforzar los pasos fronterizos de Melilla con 20 policías más de otros puntos de la península durante la Operación Paso del Estrecho (OPE). Sin embargo, según el sindicato Unión Federal de Policía (UFP), sólo se han conseguido cubrir 13 de esas 20 plazas ofertadas como Atribución Temporal de Funciones (ATF), lo que atribuye a “la mala atención que se ofrece a los funcionarios” que ocupan esas plazas, entre otras razones porque no perciben todas las dietas estipuladas, según UFP. En un comunicado de prensa, la UFP se mostró totalmente en contra de que a estos agentes en ATF “se les trate discriminatoriamente en lo que a dietas se refiere”. “Creemos que deberían percibir todas las dietas estipuladas para tales desplazamientos”, defendió la organización sindical antes de insistir en que “al funcionario no se le debe de imponer renunciar a las dietas y se le ha de reconocer el derecho a ellas”. No en vano, recordó que “la necesidad de cubrir determinados puestos le surge a la Administración y desplaza al funcionario al lugar que lo necesita, luego debe responder pecuniariamente al respecto”.
Otro de los factores que sufren estos agentes de refuerzo es que “se les somete a horarios no pactados”, lo que impide la conciliación de la vida laboral y familiar. El sindicato recordó que en la mayoría de los casos, estos agentes llegan a Melilla solos, dejando a sus familias en el lugar donde tienen su destino habitual, de manera que tienen que ir a visitarlos de la manera “más frecuente posible, de pura lógica”.
Además, la UFP cree que el tiempo para el que vienen destinados estos agentes debería incrementarse, ya que muchos de ellos son de fuera y necesitan, además de “acoplarse a la nueva plantilla”, buscar el domicilio en el que vivirán durante el tiempo que estén en Melilla. En este punto, insistió que es la Administración la que requiere de los servicios de estos agentes de refuerzo temporal, aunque sean éstos los que hacen la solicitud.
Todos estos factores en contra llevaron al sindicato UFP a apuntar que si las plazas de ATF fueran “tan apetecibles”, se habrían cubierto las 20 plazas ofertadas y no sólo 13, como ha ocurrido este año.
Por ello, vaticinó que los funcionarios destinados en la Jefatura Superior de Policía de Melilla saldrán perjudicados de esta “mala planificación”, además de los ciudadanos, que “no podrán recibir el servicio completo” por la escasez de personal.
UFP advirtió de que si algún agente se ve afectado “por no plegarse a las exigencias abusivas de algún responsable que intente presionar impidiendo que ejerza sus derechos”, ejercerá acciones legales contra el mando.