La representante en España del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Francesca Friz-Prguda, considera que los centros de estancia temporal de inmigrantes (CETI) de Ceuta y Melilla “no son aptos para refugiados”, que son su población mayoritaria en la actualidad, y pide una reforma urgente tanto de las instalaciones como del modelo de funcionamiento. En una entrevista, Friz-Prguda recuerda que estos centros, crónicamente sobre ocupados “no cumplen los requisitos mínimos marcados en las directivas europeas” sobre asilo y “no son lugar para personas que llegan traumatizadas huyendo de la guerra, y la persecución y mucho menos si son niños”.
Según explica, con más de 2.500 entradas en lo que va de año, Melilla se ha convertido en el primer punto de acceso de refugiados sirios a territorio nacional y el segundo a nivel mundial de quienes huyen de esta guerra.
“La importancia es enorme. Todos los que han llegado allí y con los que nos hemos entrevistado dicen que ese camino era una alternativa a un viaje más mortífero. No hay más que ver que el 60% de los solicitantes de asilo en ese CETI son mujeres y niños”, afirma.
Separación de familias
Sus condiciones distan mucho de ser las idóneas. Friz-Prguda relata que, tras vadear a los pasadores para entrar en Melilla aún a costa de separarse de sus familiares al otro lado de la frontera de Beni Enzar, los refugiados todavía se encuentran la separación forzosa respecto de sus niños por unas pruebas de ADN para demostrar la filiación cuyos resultados se demoran más de lo debido.
Una vez en el CETI, las condiciones no son apropiadas, con carencias de todo tipo porque “no ofrece ni lo más básico, que son las mantas”. “Me entrevisté con una docena de refugiados y todos decían lo mismo. Allí pasan frío, pasan frío los adultos y, lo más dramático, también pasan frío los niños”, afirma, para incidir en que la situación “es inaceptable”.
En su opinión, “es simplemente una cuestión de concepto”. “Los CETI están pensados para hombres jóvenes trabajadores, no mujeres y niños traumatizados”, asegura Friz-Prguda, para quien es necesario transformar estas instalaciones en “centros de identificación y derivación rápida” de las personas que llegan, ya sean del “canal” de asilo, ya sean del de protección de los más vulnerables, ya sea el de retorno.
“No veo que existan posibilidades de transformar un CETI en un Centro de Acogida de Refugiados como los cuatro que existen en la Península y que son muy buenos, eso supondría una ingente cantidad de recursos económicos, pero sí es factible transformarlo en un centro de cribado donde los recién llegados no tengan que pasar más tiempo del estrictamente necesario”, añade.
Para Friz-Prguda, el CETI “no cumple y no debe ser así”. Por eso, espera que el nuevo Gobierno “trate esta situación considerando que se trata de la primera entrada para refugiados en España con la debida atención, responsabilidad y sobre todo, humanidad”.
Bien acogidos, según El Barkani
No es la primera vez que ACNUR critica las condiciones en que se encuentra el CETI. Hace justo dos semanas, Friz-Prguda viajó a Melilla y en las conclusiones de su visita ya expuso estas deficiencias y reclamó que el CETI fuera un centro en el que se identifique a los refugiados y se les derive rápidamente a la península, en un plazo de entre 3 y 5 días, algo que consideró “necesario e indispensable” al ser Melilla “el punto número uno de entrada en España de sirios huyendo de la guerra”.
Al día siguiente, el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, rebatió a la responsable de ACNUR en España asegurando que los inmigrantes “están bien acogidos” en el CETI y que es imposible que se derive a los refugiados a la península en menos de una semana porque es necesario hacer todos los trámites administrativos y en estos momentos los traslados de inmigrantes desde Melilla “no llegan al mes”.