La Casa de Melilla en Almería ha despedido con gran sentimiento y pena a su socio, Ramón Ferrández Rizo, vicepresidente de la asociación regional melillense, fallecido el pasado día 26 de Octubre, nacido en Melilla y persona muy querida en todos los lugares donde le conocían. Esta es la nota de la Casa de Melilla en Almería. “Nuestro amigo Ramón nos ha dejado para siempre, habiendo sembrado su gran simpatía y una gran cantidad de amigos, por su bondad y nobleza que le caracterizaba, era amigo de los niños que siempre tenía algo que decirles. Siempre tenía unas palabras simpáticas y su sonrisa tan especial.
Ramón Ferrández, era un hombre de todos, que siempre estaba dispuesto a que todos los que le rodeaban estuvieran contentos y les daba confianza y seguridad a todas las personas que se cruzaban con él.
Ramón en la Casa de Melilla se ganó la confianza de todos los socios, siendo un hombre eficaz y trabajador siempre por y para la casa, y, siempre añorando su querida Melilla, ciudad natal, a quien no paraba de decir que daba su vida por la ciudad que le vio nacer, Melilla. Cuando cantaba el himno era una persona que ponía todo su empeño en alzar su voz con la creencia de que les pudieran escuchar sus paisanos desde la otra orilla del mar que le separaba entre Almería y Melilla.
Ramón te has ido muy pronto, todos nosotros necesitábamos estar más tiempo contigo. Tus amigos y tus seres queridos te desean que descanses en paz y nosotros, ahora y siempre, en nuestra memoria y nuestros corazones te tendremos presente, porque de siempre te hemos considerado, un fenómeno de persona.
Si desde donde estás nos ves, comprobaras que no dejarás de estar en nuestro recuerdo. Adiós querido amigo de todos.
Poesía dedicada al amigo Ramón Ferrández Rizo
Sembraste las semillas recogidas, de una infancia tatuada con verdad, nacieron al calor de tu bondad, cual rosas, sin espinas florecidas.
Fuiste luz transparente en nuestras vidas, como estrella en inmensa oscuridad, que brilló dando luz a la amistad, anidada en las almas aún dormidas.
Noble amigo, que corta fue tu estancia; una tarde los pardos nubarrones, arrastrados por aire polvoriento,arranca a la tierra su fragancia, y se extingue tu vida entre terrones, la tierra se llevó tu último aliento.Hasta siempre "amigo".
Redacción. Casa de Melilla en Almería.