Miles de personas salieron ayer a protestar por las principales calles de la vecina Nador, al igual que se han hecho en varias ciudades de Marruecos, para denunciar la muerte de un vendedor de pescado marroquí la noche del viernes en la también vecina Alhucemas (Marruecos), aplastado dentro de un camión de basura, en el que se metió para protestar contra la confiscación de su mercancía. El hecho ha causado indignación social en el país e incluso en Melilla, como ha dejado de manifiesto Yonaida Selam, presidenta de la Asociación Intercultura de Melilla.