Los azulones deben hacer borrón y cuenta nueva y pensar ya en mañana martes, dado que deberán afrontar, desde las 21’00 horas, un nuevo compromiso liguero, esta vez en el ‘Javier Imbroda’ frente al filial del F.C. Barcelona. El Sáenz-Horeca Araberri se impuso el pasado sábado al Melilla Baloncesto, en un encuentro que presentó una gran igualdad de principio a fin. Así lo demuestran los resultados que reflejaba el marcador tras cada parcial (21-20, 42-44, 61-59 y 78-78), teniéndose que decidir el partido en la prórroga. Ningún equipo logró alcanzar una ventaja significativa durante los cuarenta minutos reglamentarios y no fue hasta el tiempo extra cuando el conjunto local logró dar un tirón en el electrónico de la mano de Zaid Hearst. Un +8 (90-82) al que los de Alejandro Alcoba ya no pudieron responder.
Al término del partido, el técnico melillense reconocía que su equipo había empezado “muy fuerte, pero se fue diluyendo con el paso de los minutos y cayendo en el ritmo que ellos querían. Además, llegamos muy justos al final”. También se refirió a cuáles pudieron ser, en su opinión, las claves de la derrota: “En el deporte hay una cosa muy importante y se lo dije a los jugadores en el vestuario, son el hambre y la ambición. Lo de este encuentro es un toque de atención y no me valen las excusas de las lesiones, entre todos tenemos que sacar esto”, aseguró.
Los azulones deben hacer borrón y cuenta nueva y pensar ya en mañana martes, dado que deberán afrontar, desde las 21’00 horas, un nuevo compromiso liguero, esta vez en el ‘Javier Imbroda’ frente al filial del F.C. Barcelona.
