La muerte de Karla Belén Pérez Morales este pasado fin de semana en Melilla ha contribuido a mover conciencias a nivel nacional en contra de la lacra de la violencia de género. De esta forma, al mismo tiempo que en nuestra ciudad se llevaba a cabo una concentración de repulsa y se guardaba un minuto de silencio por el feminicidio de la joven española de origen ecuatoriano, en distintas localidades peninsulares se sucedían distintos actos de condena poniendo de manifiesto que la sociedad española abomina de este tipo de comportamientos y que está en pie de guerra para poner coto, de una vez por toda, a las muertes sin sin sentido de mujeres y sus hijos a manos de parejas o ex parejas fruto de un retorcido y enfermizo sentido de la propiedad. Las concentraciones se sucedieron en Badajoz, Velez Málaga o incluso en Oviedo donde residía la víctima.