Francisco Robles, director territorial del Ingesa, reconoce que para el próximo gobierno central, que apuesta que siga siendo del PP, debe incluir en las prioridades del próximo cuatrienio el nuevo hospital, la remodelación del Comarcal y un nuevo modelo de atención a las enfermedades mentales con la implicación del Imserso y la Ciudad Autónoma. Robles, que asegura que la visita del ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, ha permitido arrojar luz sobre cuestiones de interés para los melillenses y el personal sanitario, también confirmó que las obras de remodelación del servicio de urgencias del Comarcal se iniciarán en unos cinco meses y que el servicio se trasladará de forma provisional al área de rehabilitación.
- Pasada la vorágine del momento es la hora de las valoraciones. ¿Qué balance realiza de la visita del Ministro de Sanidad? ¿Considera que arrojó luz sobre cuestiones que preocupan a los melillenses sobre la sanidad y los servicios que recibe?
- La visita de un ministro del Gobierno de España siempre es positiva en su balance, tanto en el aspecto formal como en el de fondo; en el primero es claro, además creo que Melilla tiene un déficit secular, a pesar de que con este gobierno la presencia de altos cargos es una constante y, en el de fondo, sin duda el más importante, la visita del ministro Alonso ha tenido importantes consecuencias, tanto en su refuerzo y respaldo a medidas ya en marcha, como el necesario impulso a líneas de trabajo en el ámbito sanitario en colaboración con la Ciudad Autónoma. Desde este mismo instante hay que señalar, porque es de justicia, el importantísimo papel jugado por el presidente Imbroda en la toma de decisiones del gobierno del presidente Rajoy, sobre las recientes mejoras de la asistencia sanitaria pública en Melilla.
Por otro lado, la presencia del ministro de Sanidad ha supuesto dar toda la claridad posible, ya que es la máxima autoridad en la materia, a cuestiones que por intereses espurios se busca la confusión o el simple engaño de la opinión pública y, en especial, de los profesionales. No me cansaré de repetir, para vencer la táctica de la mentira reiterada, que los refuerzos de plantilla de 2015 se mantienen y para 2016 -a partir del 1 de julio la mayoría- se incrementa de nuevo la plantilla del área sanitaria de Melilla, en especial la del hospital. El ministro Alonso ha venido a dar claridad, solvencia (por ello vino acompañado del secretario general de sanidad y el director de INGESA) y la rotundidad que su cargo le da.
- El ministro confirmó lo que usted anunciara recientemente, un refuerzo de la plantilla del Comarcal. ¿Son 18 y qué personal es el que se incorpora?
- Efectivamente, para 2016 serán 18 "nuevas acciones" o personas contratadas de novo, y que se concretan del siguiente modo: para el hospital 1 oncólogo, 1 psiquiatra, 1 turno completo de quirófano de urgencias (supone 4 D.U.E. y 2 auxiliares de clínica-ahora TCAE-), 7 técnicos (4 de radiodiagnóstico y 3 de laboratorio); para Atención Primaria serán 1 médico de familia, 1 D.U.E. y 1 TCAE.
Pero no puedo, ni debo, pasar por alto las acusaciones de electoralismo, respecto a la importantísima visita a Melilla del ministro Alfonso Alonso, realizadas desde la oposición política en la ciudad. Usted lo ha dicho, estas mismas noticias ya fueron anunciadas por el presidente Imbroda el 29 de febrero pasado, y con más detalle por este director territorial el pasado 5 de mayo.
El ministro Alonso vino a comprobar el estado de la cuestión e impulsar el calendario de su implantación, así como conocer in situ el estado de la sanidad pública en Melilla y, sobre todo, sus necesidades e inquietudes a través de contacto con los profesionales de la Junta técnico-asistencial; cuestiones de agenda le impidieron tener contacto con otros interlocutores, como creo que hubiera sido su intención de ser ello posible.
- Al parecer el concurso de traslados y la oferta de empleo público se ha convertido en un serio caballo de batalla que amenaza con un conflicto. ¿Se ha logrado la solución, como anunció el ministro, y en qué sentido va?
- De nuevo el ministro Alonso ha venido a dar con su presencia y palabras, la máxima tranquilidad a los trabajadores afectados por la O.P.E. y el preceptivo concurso de movilidad, y ello -como no puede ser de otra forma- desde la absoluta observancia a la legalidad vigente. Fue claro y rotundo también en estos temas: se negociará y se buscará el acuerdo con los trabajadores y sus representantes.
En aplicación de esas instrucciones, hoy INGESA está a la espera de una propuesta de la parte social, tanto del concurso como de la O.P.E., abriendo en ésta la posibilidad a incluir plazas de no sanitarios. INGESA tiene fijado un calendario tentativo que, para el interés de la institución y de sus trabajadores, debería de observarse.
En cualquier caso, no se deben de olvidar tampoco los trabajadores que, o bien son eventuales o están en comisión de servicio en Melilla, a quienes el concurso de movilidad y la O.P.E. van a cubrir sus expectativas, gracias al Plan de Ordenación de Recursos Humanos acometido por este gobierno, tras las dos legislaturas socialistas (2004-2008 y 2008-2011) vacías en este sentido importante apartado.
- El ministro no arrojó demasiada luz sobre un asunto de primera necesidad como es el futuro del hospital universitario y las cuestiones legales que, al parecer, impiden su conclusión. El Gobierno de la nación que resulte de las urnas ¿heredará un problema sin solución, qué salidas existen? ¿Un nuevo concurso? ¿Abandonar lo realizado?
- El ministro fue prudente porque conoce el enrevesado y tortuoso estado de esta cuestión. A una obra insuficientemente dotada -y no sé qué tipo de promesas pudieron existir ligadas a ello-, se unen posibles ilegalidades en procedimientos ligados a la obra (de hecho actualmente, el carecer de dirección facultativa por sentencia judicial es la causa de la paralización de la obra), y no me atrevo a decir que será el último obstáculo a superar. Sin embargo, debemos ser una vez más optimistas y esperar que por fin, en este año 2016, vean su fin los innumerables litigios y problemas que la incapacidad y negligencia de los dirigentes socialistas dejaron como herencia funesta en este tema.
Por lo tanto, no creo que sea un problema sin solución, pero en la actual situación y las posiciones de las partes, ahora sí que no se puede descartar cualquier salida, incluida la resolución de contrato. Pero INGESA no ha estado parada en todo este tiempo transcurrido, a la mejora del equipamiento tecnológico -más moderno-, se unen los proyectos de modificación del proyecto inicial (que tenía importantes problemas estructurales, algunos irresolubles), o el de reparación de los daños presentes tras este tiempo transcurrido. Lógicamente, el plan funcional debe ser objeto también de revisión.
Para el futuro inmediato, INGESA está contemplando todas las soluciones posibles, primando las que acorten los plazos, al ser ya una cuestión de primera necesidad para Melilla y su población; y siempre partiendo de la obra realizada, no está España para malgastar recursos, ya que con las adecuadas adaptaciones dictadas por los técnicos, la obra es recuperable.
- Alfonso Alonso se mostró consciente de la importante carga asistencial que soporta tanto el Comarcal como el personal. ¿Esa preocupación se va a traducir, además del anuncio de un refuerzo de plantilla, en mejoras en equipos e infraestructuras?
- Así es, el ministro vino a confirmar el incremento de plantilla que, al comprender también a las personas contratadas en 2015 y que no estaban en ella, supone que la plantilla orgánica en julio de 2016 va a tener un incremento de al menos 38 puestos de trabajo; además, a pesar de que sin duda es un hito, ya que se trata de un incremento superior al 5% de las plantilla, el ministro de Sanidad vino también con una dotación económica para mejora del hospital, más en concreto y será la primera actuación, para la remodelación de sus urgencias.
Es cierto, y todas las partes lo han reconocido, que es un punto de partida, ya que se debe de trabajar mediante la herramienta que se crea oportuna, en la adaptación de los recursos de INGESA en Melilla a la realidad de las necesidades de la sanidad pública melillense; pero sinceramente, se trata de un muy buen punto de partida, porque muy pocos hubieran dado crédito a estas actuaciones, y más en el momento económico actual. Sin embargo, el Gobierno de España ha sido sensible a las demandas del Mº de Sanidad e INGESA, apoyadas muy firmemente por el presidente Imbroda y muy pronto se verán hechas realidad.
- ¿Cómo va el posible convenio con la UGR para que sus estudiantes de medicina puedan realizar prácticas en Melilla? ¿Cómo se haría, se ampliarían las plazas MIR?
- El pasado 13 de mayo se firmó tal convenio en Granada, por parte de la rectora de la Universidad y el director de INGESA. Viene a cubrir una demanda secular del sector, y comprende prácticas curriculares (atenderán al Plan de Ordenación Académico al inicio de cada curso y se incluirán en el Plan de Estudios, debiendo INGESA comunicar previamente su disponibilidad para el mismo) y extracurriculares (no serán superiores a 6 meses o 600 horas). Para su desarrollo se designarán coordinadores clínicos por INGESA y tutores, y otros tantos coordinadores universitarios por la Facultad de Medicina, que se intercambiarán la información de plazas y alumnos; el proceso acabará con una evaluación mutua tanto de los alumnos como de los tutores clínicos y, posteriormente, la Universidad extenderá los certificados pertinentes.
La valoración de INGESA debe de ser muy positiva ya que, además de reflejar una realidad cada vez mayor, la de estudiantes melillenses que solicitaban estas prácticas en nuestros centros sanitarios, se abre una vía a que estudiantes de la Facultad de Medicina de Granada, no residentes en Melilla, conozcan nuestra realidad y puedan valorar con objetividad el desempeño profesional y/o su especialización en Melilla.
- Estamos en período electoral, y por eso no me resisto a que enuncie las líneas en el ámbito sanitario que considere como los retos para la nueva legislatura.
- Es clara mi apuesta por la necesidad, para España y para Melilla, de que continúe un gobierno del Partido Popular, bajo la fórmula que los resultados determinen; su sola presencia en el gobierno nacional, será para mí suficiente garantía de que España seguirá en la senda de la recuperación económica y social. Y Melilla se beneficiará especialmente de ello, como lo ha sido en el último cuatrienio.
En el ámbito sanitario y entre otras, además de la puesta en marcha de la obra del nuevo hospital, deben ser prioritarias para el próximo cuatrienio, la adaptación del hospital comarcal a los cambios de este período de transición, así como a los que la apertura del nuevo traerá. Debo citar especialmente la necesidad de un nuevo modelo de atención a las enfermedades mentales -INGESA ha dado ya pasos decididos como es el tener 5 psiquiatras en el área-, en el que la coordinación de los recursos públicos, se incluyen aquí la Ciudad Autónoma, IMSERSO e INGESA, debe buscar la mayor eficiencia y eficacia posible en la atención a estos pacientes y sus familias.
- En verano, las vacaciones del personal obligan a cerrar alguna que otra planta del Comarcal. ¿Cuál se cerrará en esta ocasión?
- La Gerencia, a través de la Dirección de Gestión, tiene establecido un plan anual de actuaciones, en el que se contemplan las diferentes actividades para la conservación y remozado de las instalaciones. Como usted dice, ha habido veranos en los que se han cerrado plantas, pero en este último cuatrienio eso no ha ocurrido, porque este equipo-al que me honro en dirigir-lo ha evitado a través de medidas complementarias.
Lamentablemente, la situación de la obra del nuevo hospital, hace que las previsiones de permanencia en el Hospital Comarcal se alarguen, por lo que tal vez sea preciso acometer obras de mayor calado que obliguen a dicho cierre; pero no será por voluntad de este equipo de gestión, ya que hasta ahora -le repito-, se había resistido a ello.
- ¿Se ha dado con la fórmula para poder llevar a cabo la tan necesaria remodelación del servicio de urgencias, para la que existe presupuesto, mientras continúa con su labor asistencial? ¿Se ha reforzado el triaje, como se anunció, incorporando un médico para establecer el orden de atención de las urgencias?
- Sí, está tomada la decisión y será la obra más ambiciosa en objetivos, para ello se precisará el desalojo temporal de su actual ubicación; se trabaja para que en un plazo superior a dos meses, se culminen todos los procesos que conlleva la misma, como son el desalojo y adaptaciones precisas en las nuevas ubicaciones. En breves fechas se dotará del crédito necesario, que con el proyecto que se va a elaborar, harán posible su tramitación. La idea es trasladar Urgencias a la zona de Rehabilitación que tendrá una nueva ubicación provisional. Tendremos que reacondicionar este espacio para albergar urgencias, al tiempo que se prepara el proyecto y el pliego para sacar la obra de rehabilitación a concurso. Creo que en el plazo de unos tres meses podremos adjudicar la obra, que se iniciarían unos dos meses después.
Es cierto que tras la implantación del triaje, se abrió la puerta a la presencia de un médico al frente del mismo como forma de afrontar mejor la situación; sin embargo, y con motivo de la demora en la posible actuación sobre urgencias, hace unos meses se puso en marcha un grupo de trabajo, que ha ultimado unos documentos -prácticamente cerrados- en los que se resumen las medidas aconsejables en el servicio de Urgencias, tanto organizativas -del personal y del público-, como estructurales. Tras su cierre, se estudiará con la Gerencia los plazos para su implantación. Lógicamente, antes de su implantación serán informados tanto la totalidad de los trabajadores del servicio como sus representantes y, a continuación, los usuarios mediante una intensa campaña informativa.