Casi un centenar de comerciantes se concentraron al final de la avenida de Europa al lado de la frontera de Beni Enzar cerrando sus comercios. Bajo una pancarta en la que se podía leer "Por una frontera acorde al comercio", la asociación Acsemel pidió a las autoridades que tomen cartas en el asunto y abran una frontera solo para el comercio, toda vez, que mejoren las condiciones en otras donde los porteadores pasan horas bajo el sol, esperando a cruzar hasta Marruecos. Desde la entidad aseguran que cada vez sufren más pérdidas, y señalan que sin el comercio Melilla "sería como las Islas Chafarinas", dado que no existe otro tipo de actividad económica. Los responsables de Acsemel hicieron un llamamiento a las autoridades españolas para "recuperar la Melilla que brillaba por su comercio", y es que aseguran que España tiene su responsabilidad con la gente que viene de Marruecos e invierte en la ciudad. En este sentido, asegura que si se cuidara a los comerciantes de los 46 millones declarados en IPSI, que suponen solo el 10 por ciento de la mercancía, se recaudaría mucho más y "podrían construir 10 hospitales como ese que no acaban de terminar de construir".
Sin embargo, lamentan que a estas personas, las tengan en "condiciones infrahumanas", a pesar advierten de que "esto es España no Burundi". Y es que según explicaban los comerciantes de la zona, pasan horas y horas bajo el sol con largas colas, toda vez, que les ponen dificultades en cuanto a la documentación. Es por ello, por lo que piden que se agilice la construcción de la nueva frontera que sea solo para el comercio, que es el "oxigeno económico" de una ciudad "subvencionada".
Por otro lado, los comerciantes lamentan que los viernes "estén abiertos pero con los brazos cruzados porque por la frontera no dejan pasar a nadie con mercancía, por lo tanto no hay clientes", algo que consideran "incongruente".
Fuertes críticas a El Barkani
Responsables de la asociación aseguran que cada vez los comerciantes tienen menos facilidades en la frontera, porque señalan, que el delegado de Gobierno, Abdelmalik El Barkani, "las ha ido quitando" y "va a arruinar los negocios", como el hecho de que ya no puedan pasar mercancías los viernes y sábados.
Asimismo, señalaron que el Barkani es hijo de comerciantes pero "alguien le ha puesto un antizaf y ya no ve nada, quizás sea Imbroda", señalan. Es por ello, por lo que le invitan a "dejar la chaqueta y volver al Hospital Comarcal donde le necesita la gente", señalaban a gritos.
Del mismo modo, le retaron a que viniera disfrazado de comerciante con una bolsa de leche y "pase la frontera y le peguen a palos y le tengan que identificar". Y es que esta es otra de las quejas que señalan era el presunto "maltrato" de la Policía Nacional a los comerciantes que atraviesan la frontera.
Marruecos "se adapta"
Los responsables de Acsemel instaron a las autoridades a dar un paso con respecto a la nueva frontera, y es que aseguran que el país vecino se "adapta a lo que le den". De esta manera, también ven necesario una explanada cubierta en las principales fronteras comerciales como son Barrio Chino o Farhana cuya estructura, explican, está hecha para el comercio pero se ha quedado insuficiente.
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