La Delegación del Gobierno sigue buscando la manera de poner orden en el paso de mercancías entre Melilla y Marruecos en el paso fronterizo de Barrio Chino, donde los pivotes que se instalaron para canalizar el tránsito de los porteadores han caído en saco roto por la “picaresca” de los porteadores. Según anunció ayer el delegado, Abdelmalik El Barkani, entre ayer y hoy estaba previsto empezar la instalación unas mallas para impedir que los porteadores se cuelen por los huecos de los pivotes con unos fardos más estrechos, dando lugar a nuevos incidentes como el que ocurrió días atrás, en el que un guardia civil resultó herido. El Barkani defendió ayer el interés por solventar la “asignatura pendiente” que hay en ese paso fronterizo, donde aún no se ha llevado a cabo una mejora integral porque para emprender una actuación de ese tipo hace falta tiempo y, además, se está analizando la fórmula que permita que la Ciudad Autónoma actúe en la zona.
Para ello, anunció que en los próximos días visitará Melilla el subdirector general de Infraestructuras y Equipamiento del Ministerio del Interior, Felipe del Pozo.
Frente a las voces sindicales que abogan por cerrar esa frontera, El Barkani dijo que la Delegación del Gobierno está “luchando todos los días” en colaboración con las Fuerzas de Seguridad del Estado para intentar mejorar las condiciones de Barrio Chino y lograr una mayor fluidez, seguridad y condiciones de trabajo óptimas.
Reordenar los tráficos
Así, explicó que mientras se acometen esas obras, se han emprendido mejoras, como la instalación de los pivotes y el asfaltado que recientemente se ha realizado en las inmediaciones de la frontera de Barrio Chino para mejorar las condiciones en que trabajan los porteadores y los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Pero además de emprender mejoras en las infraestructuras, El Barkani dijo que hace falta reordenar los tránsitos de personas y vehículos, como ya se ha hecho en la frontera de Beni-Enzar y se va a intentar hacer en la de Farhana, de modo que el paso de Barrio Chino también pueda ser disfrutada por otras personas ajenas al movimiento comercial para el que se está dedicando ahora.
El Barkani señaló, no obstante, que el paso fronterizo, aunque sigue teniendo una “enorme presión”, no está “tan masificado” como hace unos meses debido a la rebaja del precio por pasar bultos de mercancía.
También lamentó que días atrás resultara lesionado un guardia civil en los ligamentos de su rodilla, al que deseó una pronta recuperación.