La Guardia Civil ha recuperado en Melilla numerosos aparatos electrónicos, entre los que había varios teléfonos móviles, cámaras fotográficas y equipos informáticos, que habían sido robados en Holanda. Estos objetos están valorados en más de 13.000 euros y ya se ha iniciado el procedimiento para devolvérselos a sus legítimos propietarios, que habían denunciado los hechos en aquel país. Según informó ayer la Comandancia de la Guardia Civil en una nota de prensa, los hechos ocurrieron a finales de diciembre, cuando este cuerpo de seguridad registró en el puerto un Peugeot 206 con matrícula holandesa que en esos momentos desembarcaba del buque procedente de Almería, ocupado por su conductor.
Los agentes apreciaron una irregularidad que conllevó el examen de la mercancía que portaba en bolsos de viaje, donde había ropa y otros efectos personales. Entre ellos, había envueltos numerosos aparatos de material informático, fotográfico y de telecomunicaciones. El conductor alegó que el vehículo no era de su propiedad y que el dueño se encontraba en el puerto esperando para recogerlo.
Ante la ausencia de factura o documentos que amparasen la legítima procedencia de la mercancía por parte del propietario del vehículo, y no constar en las bases nacionales denuncias por sustracción, hurto o pérdida, los enseres quedaron intervenidos de forma cautelar.
La Guardia Civil inició entonces una investigación en el ámbito comunitario, que ha permitido comprobar sin género de dudas que una buena parte de los efectos intervenidos en Melilla son procedentes de robos con fuerza en distintas localidades de Holanda. Hasta ahora se habían interpuesto ocho denuncias oficiales ante la Policía de dicho país.
Entre los efectos recuperados se encuentran 7 teléfonos móviles de alta gama, 11 tabletas iPad, otras tres tabletas, una cámara de fotos con su correspondiente equipamiento, un ordenador, una máquina oftalmológica de medición de fondo de ojos y agudeza visual, y otros efectos de análoga naturaleza, con un valor conjunto que superan los 13.000 euros.
La Guardia Civil ha solicitado a la autoridad judicial permiso para poder iniciar la entrega de los efectos denunciados y recuperados a sus legítimos propietarios, residentes en Holanda, país donde también hay una línea de investigación abierta con todos los datos aportados por la Guardia Civil para el posible esclarecimiento de los hechos.
Entre los implicados figura el propietario del vehículo, un ciudadano de nacionalidad marroquí, de 29 años de edad, con tarjeta de residencia en Holanda, al cual se le investiga en nuestro país como supuesto autor de supuestos delitos de robo con fuerza en las cosas.
