La Consejería de Presidencia y Salud Pública pone en marcha una campaña informativa para recordar a los melillenses que es necesario vacunar a los animales de compañía contra la rabia, una enfermedad que tanto en animales como en seres humanos es mortal. Se hace necesario insistir en esta medida profiláctica porque se han confirmado diez casos de rabia en la ciudad en los últimos dos años y cien personas que tuvieron contacto con animales infectados, tuvieron que recibir la gama globulina, la vacuna para evitar el desarrollo de la enfermedad que tiene un coste por persona de 1.500 euros. Recordó la consejera Paz Velázquez que en España se erradicó la rabia en 1978 pero no así en Ceuta y Melilla, ciudades que por su cercanía en una zona como Marruecos donde la hidrofobia es endémica, obliga a que se mantengan campañas de vacunación contra la enfermedad a lo largo del año.
Es más, indicó que el número de casos positivos no ha hecho sino crecer en los últimos tiempos, de ahí que señalase que al tratarse de una enfermedad mortal, «la prevención» es el camino a seguir.
De hecho indicó que desde hace años la Ciudad Autónoma mantiene un convenio con el Colegio de Veterinarios para administrar de forma gratuita la vacuna a todos los animales domésticos, pero insiste en que no hay que bajar la guardia, de ahí que se inicie una campaña de concienciación e información dirigida a los melillenses con una serie de recomendaciones a seguir. Como datos indicó que en 2015 se vacunaron en la ciudad un total de 5.100 animales, ha habido 155 agresiones y mordeduras, 78 animales sometidos a observación, se han confirmado diez casos de rabia en los dos últimos años y cien personas se someten cada año al tratamiento contra la rabia. Indicó que el coste del tratamiento en humanos es muy costoso, y que la gama globulina que precisa casa persona a la que se le administra tiene un coste de entre 1.300 y 1.500 euros, con lo que «los cien casos atendidos suponen un coste de más de cien mil euros al año».
Alerta sanitaria
Alertó la consejera del auge en las redes sociales de grupos de personas que «se dedican a acoger a perros y gastos que encuentran por la calle, pero esto supone un claro riesgo para la salud pública, y desde aquí advertir sobre ello». Indicó que si una persona busca adoptar a un animal, que vaya al centro de acogida de la ciudad, donde se le garantiza que el perro o el gato está en perfectas condiciones, porque si ha sido recogido de la calle, ha pasado una cuarentena (de seis meses), al tiempo que lo retira con la vacuna, el microchip identificador y una bolsa de pienso, todo ello de forma gratuita.
Alertó de nuevo sobre que los animales asilvestrados que se encuentran en la calle «puede parecer que estén en buenas condiciones pero por el contrario estar incubando o desarrollando la enfermedad, por lo que aconsejamos que no se acerquen a ellos, que den aviso a la policía».
Calificó además de «despropósito» que haya quienes aseguran que la Ciudad Autónoma sacrifica a los animales que recoge. «No es cierto, nosotros velamos por la salud pública y esa noticia es falsa».
Sí anunció Paz Velázquez que están en conversaciones con el Colegio de Veterinario estudiando la posibilidad de que a la campaña de vacunación antirrábica se lleve a cabo otra de castración y esterilización de los animales de compañía de los melillenses, que resulte gratuita.
Campaña
Precisamente la campaña informativa elaborada por la Consejería recoge seis puntos sencillos: no tocar a los animales vagabundos; ante mordedura o contacto con saliva del animal, lavarse inmediatamente y acudir al centro de salud; no acoger o adoptar un animal vagabundo; es obligatorio administrar la vacuna de la rabia y colocar el chip identificador a los animales de compañía; si va a viajar con su perro o gato, ir siempre con el pasaporte sanitario del animal; y al regresar a casa si el animal ha estado en países terceros, es obligatorio realizar un test de anticuerpos.
Tanto el doctor José Ruiz Olivares, especialista en vacunas como el veterinario Luis Jiménez, del área de Sanidad, insistieron en que tanto la administración como los veterinarios realizan «un gran esfuerzo» para que los animales domésticos estén vacunados contra la rabia en una campaña que dura todo el año y es gratuita.
También, que no hay que olvidar que cualquier abandonado en la calle «es un posible foco de rabia» y, sobre todo, lo que no hay que olvidar, es que la rabia no tiene cura, es una enfermedad mortal tanto para animales como para el ser humano.
Contra la venta ambulante de Bivalvos
Además la consejera de Presidencia y Salud Pública, Paz Velázquez, afirmó que la venta ambulante no regularizada de productos del mar, como bivalvos, es algo que le preocupa por «el peligro para la salud» que esta práctica supone. De hecho una persona se arriesga a desarrollar, cuanto menos, una hepatitis A. Indicó que los vendedores ambulantes, aquellos que van con un cubo, suponen «una competencia desleal a los comerciantes de los mercados que pagan sus impuestos». Explicó que estos pequeños vendedores sin permiso, se benefician de la legislación fronteriza que les permite entrar con hasta diez kilo de alimentos, se supone que para consumo propio, pero que después venden por las calles. Anunció Paz Velázquez que aunque no se puede prohibir esta entrada de mercancías, sí que tiene prevista una reunión con el delegado del Gobierno para abordar este asunto e intentar ponerle límites.