La Guardia Civil rescató ayer al mediodía el cadáver de un menor de edad que estaba flotando en el mar junto a la proa del buque Sorolla, muy cerca del puerto melillense. A falta de conocer los resultados de la autopsia que se le está practicando, todo apunta a que se trata del menor extranjero no acompañado que desapareció el día de Nochevieja cuando se lanzó al mar desde las rocas próximas al Club Marítimo con la intención de alcanzar el barco para colarse en su interior y llegar a Europa como polizón. Según informaron a MELILLA HOY fuentes policiales, un primer análisis del cuerpo permite asegurar que se trata de un menor de edad, de unos 14 o 15 años y de aspecto magrebí. El chico iba vestido con pantalón oscuro y camiseta verde, en la que se podían apreciar claramente restos de fango.
Esto refuerza una de las hipótesis que baraja la Guardia Civil, y es que el cuerpo pudiera haber estado enterrado en el fango que hay acumulado en el fondo del mar en aquella zona comprendida entre las Torres V Centenario y el puerto. En esta época, indicaron las mismas fuentes, es muy abundante y en algunos puntos puede alcanzar incluso una altura de medio metro, lo que habría ‘absorbido’ el cuerpo del chico tras hundirse.
Ésta sería la razón por la que el cadáver no aparecía en el radar del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil que fue rastreando el fondo marino. Tampoco en las continuas inmersiones que los agentes han estado realizando desde que el día 31 se activó la búsqueda del chaval, después de que dos menores extranjeros no acompañados, compañeros suyos, alertaran de que se había ahogado al intentar alcanzar el barco.
El hallazgo del cuerpo
El cuerpo, sin embargo, fue hallado ayer al mediodía en la superficie por un pescador que salía al mar con su bote. Probablemente, según han señalado a este Periódico fuentes cercanas al caso, la hinchazón del cadáver debido a su descomposición, unida al movimiento de las hélices de los buques que atracan en el puerto, provocó que el cuerpo saliera a flote ayer después de ocho días bajo el fango, lo que permitió su localización tras días de intensa búsqueda por parte de la Guardia Civil.
El pescador, tras toparse con el cuerpo flotando boca abajo junto a la proa del Sorolla, dio aviso a la Benemérita, que rápidamente activó el protocolo y envió a la zona dos embarcaciones del GEAS. Tras comprobar que se trataba de un cuerpo humano, la Guardia Civil procedió a su rescate con la ayuda de una grúa y uno de los agentes, que desde el agua subió el cadáver a una camilla para llevarlo hasta el puerto deportivo. Hasta la zona también acudió una embarcación de Salvamento Marítimo, cuya intervención no fue necesaria, así como la Policía Local.
Una vez en tierra, la unidad orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil llevó a cabo una primera inspección para tomar pruebas antes de que el juez de guardia decretara el levantamiento del cadáver y su traslado al tanatorio para realizarle la autopsia. Eso permitirá concretar la identidad y si finalmente se trata del menor extranjero no acompañado desaparecido el día de Nochevieja.
El desaparecido, de alta en el centro de menores
Hay que recordar que el chico desaparecido estaba dado de alta en el centro de acogida de menores de la Purísima. Si la autopsia determina que era él, se confirmaría una nueva tragedia relacionada con la inmigración irregular en nuestra ciudad, donde otros menores extranjeros no acompañados y jóvenes adultos han perdido la vida en su intento de llegar a la Península como polizones corriendo un importante riesgo.
La secuencia de los hechos desde que fue localizado el cuerpo sin vida del joven hasta que los servicios funerarios lo trasladaron al cementerio municipal se prolongó durante poco más de media hora.
