Un lector dice que lo que muchos melillenses no saben es que la planta incineradora de nuestra ciudad huele, huele mucho y huele muy mal. “De hecho los vecinos que vivimos relativamente cerca, yo por ejemplo en calle Castelar, tenemos que tener las ventanas cerradas debido al mal olor que en ocasiones desprende dicha instalación” y añade, “y no me refiero a olor a humo, me refiero a olor a basura podrida a un niel insoportable. Algo que sinceramente tengo mis dudas sobre si es normal o no, aunque para mí que muy normal no debe ser”. Estos episodios se suceden relativamente seguidos, “.sin embargo en esta ocasión está durando más de la cuenta, es decir casi una semana con una peste insoportable en tu casa, en tu calle y en tu barrio es algo que clama al cielo, además de que debe ser insalubre” y termina señalando que en una ciudad tan pequeña como Melilla una planta incineradora instalada dentro de la misma, seguro que ha traído, trae y seguirá trayendo consecuencias nefastas para la salud. “No se si es ya momento de volver a revisar este serio problema que se ciñe sobre toda la ciudad, pero de forma multiplicada sobre los vecinos que vivimos cerca”.