El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, recibió ayer al cantante ‘Manuel de la Cruz’, el nombre artístico de un joven de 31 años con síndrome de down que ha conseguido dominar el flamenco con mucho arte y a inspiración de su padre. Romero, su apellido original le ha regalado uno de sus primeros discos llamado ‘La voluntad echada’ con el que según contó empezó sus comienzos artísticos. Desde Santa Cruz (Córdoba) viene Manuel Romero, un joven de 31 años con síndrome de down hasta Melilla para cantar en la clausura de la caseta de feria del Centro Gámez Morón.
Este pueblo cordobés junto a su padre a quien normalmente escuchaba cantar con sus amigos, fueron los motivos que impulsaron al joven a iniciarse en la música hace nada menos que 17 años, cuando ingresó en un centro para aprender desde fandango a la malagueña y también, poesía.
Romero en su visita al Gámez Morón fue recibido por el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, a quien le “ha gustado mucho conocer”. Tanto que el joven le ha regalado una recopilación de sus comienzos artísticos que se conjuga en su disco ‘La voluntad echada’.
El joven asegura que de momento este es el primero pero esa afición que cogió de su padre a quien le dijo papá “yo también quiero cantar” continúa ahí no solo encima de los escenarios sino también en sus ratos libres en los que compone y escucha música flamenca.